Aunque anteriormente se ha demostrado que tener un perro en la familia puede tener muchos beneficios, en la actualidad también se afirma que la interacción con estas mascotas puede ayudar a potenciar el sistema inmunológico del bebé.
De hecho, los niños que viven con perros tienen un 50% menos de infección de oído y un 30% menos de infección respiratoria, pese a las críticas de muchas personas que afirman que las mascotas son malas para los bebés. También sucede lo mismo al tener gatos, pero en menor medida que tener perros.
Se ha demostrado esto con un nuevo estudio realizado en el Hospital Universitario Kuopio de Finlandia y publicado en la revista Pediatrics. Se han estudiado a 397 niños en Finlandia con padres que llevaban a los pequeños un año a analizar su estado de salud.
Este estudio afirma que los niños que conviven con los perros tienen menores riesgos de sufrir ciertos tipos de infecciones de oídos y problemas a nivel respiratorio como la rinitis, fiebre y tos.
Se ha descubierto además que los menores riesgos y mayores beneficios se encontraban en los bebés cuyo perro estaba en el interior de la casa al menos unas 6 horas al día, mientras que eran menores los beneficios en casos de perros que estaban casi siempre fuera del hogar. De hecho, los niños que viven con perro necesitan menos tratamientos con antibióticos que los demás.
La interacción con el perro es bueno para potenciar el sistema inmunológico del bebé en su primer año de vida ya que lo ayuda a madurar, e incluso podría ser que después, especialmente en infecciones en el tracto respiratorio. Por tanto ¿tener perro si se tiene un bebé sí o no? La respuesta es clara.
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