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Tibeats (Paul Dano). Aquel adolescente que descubrimos en "Pequeña Miss Sunshine" (2006) ya es una realidad. Títulos como "Pozos de Ambición" (2007), "Ruby Sparks" (2012) o recientemente la magistral "Prisioneros" (2013) han conseguido que este chico con ese rostro tan especial empiece a ser uno de los imprescindibles del cine reciente. La aparición como uno de los jefes de la plantación es francamente buena. Ahí está lo comentado de "Run Nigger, Run" el cual la tararea en un momento incómodo para todos. Pero como a todos, le toca uno de los males de esta película, la desaparición de personajes sin más. En donde podemos apreciar que hay "carne de guión" una buena subtrama, de repente desaparece para no dejar rastro. Ya se que es una historial real, pero esto es cine y aquí vale todo. No me vale esa excusa.
Mistress Epps(Sarah Paulson). Una actriz muy de tv que tiene unas posibilidades enormes. En esta ocasión cada vez que hace su aparición eclipsa a todos los demás, incluido el todopoderoso Fassbender. De nuevo la torpeza del guión no nos deja ver más de esta mujer tan ambigua. En ella vemos su faceta más perversa pero también atisbamos una mujer resentida, víctima de la época que la toca vivir. Que ganas de saber más de ella.
Bass (Brad Pitt). Un buen actor que aquí también es productor de la película y que se guarda para el final un papel clave en la historia de Salomon. Esta aparición que recuerda a un amish de "Único Testigo" es el remate para meter con calzador un discurso tremendo, mal escrito y ejecutado, que parece que la película se haya formulado para llegar a este fin.
En definitiva el mal guión hace que los personajes aparezcan y desaparezcan sin más, mal definidos y desaprovechados. Y seguimos...
- Las presuntas escenas desgarradoras. Que a estas alturas me quieran intentar emocionar y conmover con una lluvia de latigazos, gritos y lloros, pues no es de recibo. Me parece un recurso muy facilón. Está claro que es lo que sufren los esclavos de color de la historia, pero con la pericia que tiene el director es francamente extraño que no nos ofrezca más, mucho más. No aborda para nada el aspecto psicológico. La película es tremendamente física. Y cuando nosotros como espectadores vemos toda esa crudeza, nos la muestra con una estética tan potente, que da la impresión de decirnos: "eh! estáis viendo como ruedo?" en vez de transmitir el horror que sufren los esclavos. Una momento muy claro de esto es cuando Salomon es obligado a azotar a Patsey. La cámara de McQueen se recrea lentamente en los latigazos, en los estallidos de sangre. Es una escena terrible, pero nos quedamos con la estética y lo "bien hecha" que está. La realización del director está por encima de la crueldad del momento.
- La eficacia de McQueen. El director británico es tremendamente listo y se nota. Aquí tiene una gran historia. Pero desafortunadamente es demasiado complaciente y académico. La frialdad de su cámara que tan bien le ha funcionado en sus dos anteriores obras, aquí se vuelve en su contra y nos ofrece un espectáculo de imágenes y de estética francamente notable y francamente vacío. Es una pena que no quiera o no pueda transmitir la vida de Salomon como la ha sufrido. El daño interior y las vejaciones de un hombre no están bien resueltas. Eso sí, sabe como llegar al espectador del modo más educativo posible.
12 Años de Esclavitud (12 Years a Slave) Director: Steve McQueen. Nota: 5/10
Películas sobre la esclavitud hay muchas, con menor o mayor acierto. Aquí nos quieren vender la película definitiva. ¿Por qué?
No es un género que haya dado grandes obras. Todos recordamos un título mítico de televisión como fue aquel inolvidable "Raíces" (1977) y el personaje de Kunta Kinte. Pero las plantaciones del sur de EEUU no nos han brindado títulos memorables. "Mandingo" (1975) de Richard Fleischer era un buen título, pero el verdadero grande lo hemos tenido a principios de año...
Tarantino y su "Django Desencadenado". Una película que tiene más fuerza y más denuncia que cualquier otra. Esta si que es magistral.