Copa américa: se fueron los favoritos, se quedaron los equipos

Equipos llenos de estrellas, "asqueados" de buenos jugadores, tantos que ni el mejor técnico sabe si tomó la decisión correcta al elegir a solo 11 en la formación inicial. De esa manera es que viven los técnicos de selecciones como Brasil y Argentina, buscando que estrella dará su brillo, dando muchas veces por sentado que hay un rival, lo digo porque solo se piensa que si se juega bien se gana, que los demás se ocupen de como marcar a Messi, Neymar, Agüero, Robinho, Ganso, Tevez y las otras figuras, pero no se ocupan de formar un equipo, de como ganarle al rival, están más conscientes de sus fortalezas que de sus debilidades, su labor parece ser la de desparramar figuras en la cancha y que su genio haga funcionar a un equipo sin idea, sin característica propia y muchas veces sin pundonor.
Argentina, es la mayor desilución del torneo, no solo porque fuera el dueño de casa, sino porque se le había vendido una idea a la gente, se le había vendido un 4 - 3 - 3 como el sistema adecuado, se le había vendido que Messi era su 9 de área, que Tevez no era parte de la selección, y luego viene la desazón de que el sistema no funcionó, que tuvo que acudir a un 4 - 2 - 1 - 3 pero no por convicción sino por salvar a la Argentina un desastre de grandes proporciones, que Tevez fue convocado y empezó como titular, que Messi no era su 9 de área sino que resultó ser Higuaín, que un equipo con tantas individualidades resultó ser predecible casi dogmático en su manera de jugar.
Por su parte Uruguay, entendió que no tenía esas grandes figuras, pero que con la táctica podía superar a la Argentina, y a pesar de que tiene buenas individualidades como las de Forlán y Suarez, entendió que un equipo pesa más, que una idea es el rumbo fijo para ganar.
Sorpresas las de Perú y Venezuela, pero buenas sorpresas, pues al igual que Uruguay saben que la táctica, la idea, el pundonor y ese sentido de equipo es lo que se necesita para vencer a rivales sin identidad como Brasil.