Disminuido en lo físico pero con un corazón enorme, David Nalbandian sacó pecho y puso en ventaja a la Argentina en el inicio de la serie frente Rumania, correspondiente a los octavos de final de la Copa Davis. El cordobés se impuso por 6-3, 6-2, 5-7 y 6-4 ante Adrian Ungur, en tres horas y dos minutos de partido.
Un primer set muy deslucido por parte del argentino, quien estuvo muy impreciso durante toda la manga, en la que pudo salir victorioso por la falta de precisión del europeo, que tuvo a su disposición siete ocasiones para arrebatarle el servicio, pero que no pudo hacerlo en ninguna de ellas.
En el octavo game llegó la diferencia en el marcador. Allí, a través de una devolución sobre el saque del rumano, el de Unquillo logró quebrar y colocarse 5-3 arriba. Pese a esto, Ungur lo complicó nuevamente en el juego siguiente, pero dejó pasar sus chances frente a un Nalbandian que, sin estar a pleno por la hernia en la ingle izquierda, lo pudo cerrar por 6-3.
Las molestias en su pierna (tuvo que ser infiltrado para jugar con menos dolor), hicieron que le costara acomodarse en la cancha. Sin embargo, el segundo parcial fue de una actuación sumamente diferente a la ofrecida durante el inicio. Así, un quiebre rápido a los pocos minutos de iniciado el set, le permitieron sacar una ventaja por sobre su adversario, la cual se fue ampliando más y más, hasta llegar a un 6-2 contundente.
El tercero fue muy parejo, y el cordobés volvió a bajar el ritmo. Ungur dispuso de triple break para adelantarse 4-2, pero Nalbandian salió airoso y logró sobreponerse a la situación. Aunque la alegría no le duró mucho, porque el rumano en el duodécimo juego descontó en el partido, tras una pelota larga del argentino, que le concedió el set y obligó a llevar el match a un cuarto.
En el inicio del último parcial, el sacrificio del cordobés le permitió quitarle el servicio de manera magistral al rumano, para tomar ventaja de 2-1. Sin embargo, la jugada le provocó un fuerte dolor al argentino, que lo evidenció de manera muy notoria, producto del esfuerzo que tuvo que realizar para definir el punto. Cabe destacar, que además del problema en la ingle, al Rey David se le sumó una molestia en el aductor.
Con puntos rápidos a las líneas, Nalbandian comenzó a basar así su estrategia hasta el final del juego. Por su parte, a Ungur le costó abstraerse de este clima incómodo, con un rival disminuido en lo físico, y comenzó a cometer errores en muchos de sus golpes. En tanto, el argentino trató de conservar su saque a cualquier costo, lo cual pudo hacer por un 6-4 final muy festejado por todos los presentes en el Parque Roca, quienes ovacionaron y corearon el nombre del cordobés.
Sobre su lesión, Nalbandian sostuvo: "Si esto era un partido ATP no lo terminaba. Pero jugar Copa Davis es un orgullo, y tanto la gente como el torneo te dan fuerzas que en otras competiciones no hay". "En este momento no puedo dar un paso, por lo que no creo que el domingo juegue".
Ahora, las esperanzas están en manos de Juan Mónaco, quien debe ganar sobre Victor Hanescu para llegar con mayor tranquilidad al dobles de este sábado. Por lo pronto, habrá que esperar cuál es la gravedad en la lesión del argentino, quien seguramente se quedará afuera del quinto el día domingo, si es que la serie llega a esa instancia.
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