Primero preparé las copas. Busque el motivo que me gustó y lo dibujé con rotulador permanente finito.
Con pinturas vitrales repasé el contorno del dibujo y dejé secar. Una vez seco, pinté el interior del dibujo jugando con los tonos y mezclandolos para dar luces y sombras. Es importante no tocar con el pincel o el tubito de pintura vitral al cristal porque se quedaría muy marcado y estropearía visualmente nuestro trabajo.
A la base de la copa le hice unos pequeños puntitos que le han dado un toque coqueto.
Tres las hice con un motivo y otras tres con otro diferente dando al conjunto un juego de luces super bonito... bueno, al menos eso es lo que a mi me parece...¡Ya me vale!!
También hice los posa vasos cada uno con motivos diferentes. Esta técnica es muy agradecida porque el trabajo luce super rápido. Las copas han pasado de ser un simple cristal comprado en Ikea a formar parte de la cristalería más selecta de mi armario, jajajaja... la verdad es que a mi me gustan mucho.
Tengo la media docena, con estos dos motivos. Espero que os guste y que tengais un estupendo Fin de Semana!!!
