Revista Cultura y Ocio
"Aquella primavera, la de 1950, había sido especialmente húmeda.
En Hart House se inundó toda la zona del fondo del jardín y se formó una charca poco profunda donde los azafranes asomaban animosos sus cabezuelas, como niños temblando de frío en una clase de natación. La gravilla clara en los senderos del jardín se había vuelto verde, cada piedrecita envuelta en una capa húmeda y transparente de cieno, y no podía uno sentarse en los dos bancos de cemento que flanqueaban la puerta que daba al río sin descolocar primero a los caracoles y babosas adheridos a ellos."
Conocí a Peter Cameron con Algún día este dolor te será útil, un libro que, si bien no pasará como una de mis mejores lecturas, si que provocó que me fijara en las formas y el estilo del autor. Por eso cuando descubrí que sacaba un título nuevo, lo puse rápidamente en el punto de mira. Hoy traigo a mi estantería virtual, Coral Glynn.
Conocemos a Coral Glynn, una enfermera que entra a trabajar en Hart House, una casa en la campiña inglesa, para cuidar a la señora. Allí viven su antigua ama de llaves y su hijo, Clement, un militar retirado recuperándose de heridas de guerra. Ambos, Coral y Clement, comenzarán un acercamiento lento.
Dicho así y con este resumen parecería que estamos ante una novela romántica común y corriente. Pero Cameron ya demostró que lo suyo no son las historias corrientes, comunes puede, pero no corrientes. Con un toque a viejas novelas convertidas en clásicos (ya incluso la cubierta lo sugiere, ¿no os parece?), nos desentraña una novela en la que reconozco algún tinte de melodrama para hablarnos de amor, conveniencia, represión, soledad y, sobre todo, secretos. Y lo hace con el estilo impecable que ya me atrajo en su primera novela y unos diálogos brillantes. Nos presenta personajes complejos, Coral es absolutamente irresistible, incluso los secundarios, y pequeñas tramas que suceden detrás de la principal que consiguen que seamos incapaces de levantar la vista de sus hojas.
Porque aún no os lo he contado, hay muertes, niñas ahorcadas, pretendientes, sexo, pruebas... Supongo que ahora vais comprendiendo a lo que me refería.
Peter nos señala que eso que parece buscar la inmensa mayoría bajo el nombre de amor, muchas veces es sólo un traje para escapar de la soledad. Y construye de este modo una novela coronada con un final que, tengo que reconocer no me esperaba. Pasamos de una historia calma a una sorpresa mayúscula una vez que se pone en marcha. Una trama, eso sí, que a veces se nos antoja precipitada, tirando de nosotros rápidamente de historia en historia sin dejarnos el tiempo suficiente como para "cogerlas cariño" siendo este el principal pero que se le puede poner.
El segundo libro de Cameron es una opción más para conocer a un autor cuyo nombre quiero recordar para poder seguir su trayectoria. Una historia que engancha y que disfrutarán sobre todo aquellos aficionados a las novelas con regusto a novelón.
No se si os pasa a vosotros, pero yo a veces paso por rachas en las que parece que soy incapaz de toparme con un libro de esos cinco estrellas. Y justo ahora estoy eligiendo título para el fin de semana, ¿me recomendáis algún título que os lo haya parecido a vosotros?
Gracias