Al día siguiente de haberse mudado, Coraline explora las catorce puertas de su nuevo hogar. Trece se pueden abrir con normalidad, pero la decimocuarta está cerrada y tapiada. Cuando por fin consigue abrirla, Coraline se encuentra con un pasadizo secreto que la conduce a otra casa tan parecida a la suya que resulta escalofriante. Aunque hay algunas diferencias que reclaman poderosamente su atención: la comida está más rica, hay unos juguetes increíbles y, sobre todo, otra madre y otro padre que quieren que se quede con ellos, se convierta en su hija y no se marche jamás.
Pronto descubre que detrás de los espejos hay otros niños que han caído en la trampa. Ellos son almas perdidas y Coraline es su última esperanza, la única que puede salvarles.
Nos encontramos frente a un libro de 176 páginas con muchas ilustraciones de la mano de Aurélie Neyret. Algunas a todo color, otras más sencillas, pero todas espectaculares.
Para mí, es la primera toma de contacto tanto con la historia como con el autor. No he visto la adaptación ni había leído nada de ella y tenía altas expectativas puestas. He de decir que las ha cubierto y superado. Menuda historia más espectacular. Además, esta edición traída por editorial Salamandra es una delicia para los ojos.
Coraline acaba de mudarse a una vieja mansión envuelta en niebla. Mientras sus padres trabajan, la niña se entretiene explorando el lugar, conociendo a sus estrafalarios vecinos y explorando los alrededores. En el salón, descubre con recelo una puerta que primero da a una pared de ladrillos... y luego a un mundo fantástico y atrayente, curiosamente parecido al suyo. En este mundo sus padres tendrán todo el tiempo del mundo para ella... pero no es todo tan bonito como parece.
Creo que Coraline es una representación de alguien que se siente fuera de lugar, en la historia nos la presentan como una niña con edad indeterminada, pero con una mentalidad más adulta. Por otro lado, tenemos a los padres los cuales además de no prestarle mucha atención, no la entienden. Están inmersos en su vida cotidiana sin darse cuenta de los pequeños momentos.
Me he metido tanto en la piel de nuestra protagonista que he sufrido y temido por partes iguales, viviendo.
Para los niños puede ser una historia de aventuras con un toque de terror, pero para los adultos es una historia que nos recuerda de dónde venimos y en lo que nos podemos convertir.
¿La recomiendo? Totalmente. Además esta historia está contada en capítulos cortos para que los más jóvenes no se "aburran" leyéndola y para los mayores la devoremos sin darnos cuenta.
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