Esta semana, como habréis comprobado los asiduos al blog, padezco de un horrible colapso mental que no me deja escribir. Cero ideas interesantes, ni gota de zumo en el cerebro. Suele ocurrirnos de vez en cuando a todos los que compartimos esta bonita afición, no preocuparse. Mientras me tomo un descanso de mí mismo y aclaro pensamientos, os dejo con el nuevo comercial de la marca Coca-cola. Odio la publicidad con todo mi ser, pero algunos anuncios merecen realmente la pena. Este, en concreto, demuestra que en el oscuro fondo de nuestro pecho sigue latiendo un corazón. Aunque con frecuencia se nos olvide, todavía somos humanos.