Aunque se debe tener en la mente que es preciso aprovechar lo mejor de los demás, sin preocuparse con el mañana, es casi imposible no pensar en el futuro. Ya que eso es una tendencia, una incertidumbre y un miedo constante de quien está apasionado. Dicen que amar es “sufrir en el paraíso”: cuando el amor de tu vida está feliz, lo estás también. Pero cuando está triste, eso te toca también.
Cuando las cosas deberían ir más rápidas en una relación, parecem más despacio, y viceversa. Cuando quieres acercarte a alguien, el mundo intenta conspirar en tu contra: una o las dos partes están muy ocupadas y sin tiempo, por ejemplo. Sin embargo, cuando se intenta olvidar lo que se fue, tu castigo es recordarla/o. Y eso empeora cuando intentas borrarla/o de tu mente y no lo consigues. Ese es el corazón adagio, que siempre camina despacio, tanto para acercar a dos personas y para alejarlas, por más que él late deprisa.Uno de los martirios de quien aún no supo decirse “no” es monitorizar la/el ex desde sus perfiles en la web, para saber si ya tenía otra pareja o no. Eso tiene dos vertientes: saber si ya eras traicionado/a, o entonces, si podrías tener esperanzas de una reconciliación. Quien hace tal práctica tiene la costumbre a decirse que es sólo hoy, pero a diario habla lo mismo. Y de este modo deja de mirar a los lados y ver que se te podrían estar abriendo una nueva “ventana”.Para quien intenta borrar a alguien de la mente, el secreto es no esforzarse, dejar que el tiempo lo haga por ti. Es difícil decirlo, porque se sabe que en realidad no funciona así. Pero, hay que intentar y permitirte vivir más la vida, hasta que ésta te le presente un nuevo corazón solitario. No intenta usar un amor para olvidar a otro, porque eso es lastimar a ti propio/a y a quien no tiene nada que ver con tu confusión sentimental.Es difícil saber lo peor: si perder a alguien o nunca haberle tenido una relación, no pasando de un amor platónico. Pero en las dos situaciones pueden existir una especie de obsesión. En este último, por ejemplo, se queda la comodidad, una esperanza vana que apenas sirve como anestésico para fugarse de la vida. Ya en el primero, la certeza de lo que se fue y tiene que convivir con ello.El amor es como una corriente: en ciertos momentos las personas se dejan llevar, en otros intentan sobrevivir y reman en sentido contrario. Parece que después que hallan un puerto seguro, se acomodan y no intentan más encontrar algo donde “apoyarse”. Y después de eso comienza un nuevo ciclo que va desde el ímpetu emocional hasta la comodidad que puede tener plazo de validez o no. Aquí está nuevamente la andanza del corazón adagio, que tiene dos fases compartidas entre la aventura y la seguridad. Y cuando todo lo que se podría disfrutar del otro ya ha sido consumido, ¡ya sabes que lo sucede!!!Uno de los efectos del corazón adagio es dejar el individuo más despacio o “ciego”. Todo eso conforme lo que fue dicho sobre seguridad y comodidad. El hecho de a veces confiar tanto en la pareja y suponer que ella/él está bien, y que ellos van a estar juntos para siempre, puede tener un malo resultado: ambos no se innovan, dejando que lo igual tome cuenta: ellos no pasean más con tanta frecuencia, van a los mismos lugares de siempre, ¡y en la cama no necesita mencionar!!!¿Cómo huir de las rutinas???: ¿Ir a sitios distintos??? ¿Inventar nuevas posiciones en la habitación??? Bueno, MUNDO DIMASIADO es un sitio web de autoayuda y opinión, y no de receta. Tendrás que descubrir junto a tu amor los puntos débiles de la relación y cambiar la situación. Sin embargo, ¡recuérdate que el romanticismo debe imperar por siempre!!! Y cuando se hace todo por amor no existe sumisión por parte del hombre y/o de la mujer.Termino el texto dejándote una reflexión: ¿cómo está tu corazón ahora?Revista Coaching
Mucha gente tiene la manía de dedicar una canción, una poesía, un libro o un tatuaje a alguien. Pero este texto no se trata de eso, pues no se lo está ofreciendo a nadie. Porque de la misma manera que una persona entra a tu vida, ella le puede salir también, de pronto. Y después no es fácil borrar lo que ya está público. Mira, por ejemplo, el sufrimiento de uno que divulga las fotos de una pareja en blogs y redes sociales, y después la dificultad de excluirlas. Puede causar mucho dolor recordar el pasado feliz con alguien a quien no está más contigo. Si eres el tipo de persona que pasa el tiempo actualizando tu estatus de relacionamiento en las redes sociales, sepas que te expones demasiado e innecesariamente.