"Corazón de acantilado" de Cristina Selva

Manuela, una mujer que nunca ha salido de su pueblo natal en Almería, y su hija Carmen escapan de una situación peligrosa y se refugian en el lugar más lejano que se les ocurre, justo al otro extremo del país: la Costa da Morte. Allí el comienzo se les hace duro, el carácter de los lugareños es diferente; la climatología, adversa; y el miedo todavía les bulle por dentro.

Pero poco a poco irán descubriendo la bondad de las personas con las que conviven, como Elvira, la panadera, una mujer hosca que les ayudará mucho; o Eduardo, el maestro, quien también ha sufrido un gran desengaño. A su vez, la llegada de las andaluzas será como un soplo de aire fresco en la pequeña aldea.

Corazón de acantilado es una novela de superación personal y de esperanza. Su autora, Cristina Selva, ha pretendido transmitir en esta historia el derecho a comenzar de nuevo, a rehacer la vida por muy duro que haya sido el pasado, a volverse a enamorar...

Datos Técnicos

Editorial: -

Encuadernación: Tapa blanda/Epub

Disponible para descargar en Epub: Corazón de acantilado

Precio: 11,9€/0,99€

Sobre el autor: Cristina Selva (Impresiones www.cristinaselva.com)

"[...] Estiró los brazos y creyó que volaba mientras saludaba a la vida con entusiasmo. Se sintió libre y más viva que nunca y le sonrió al destino, retándole a que le siguiera poniendo piedras en su camino, ya de por sí tortuoso, que las saltaría todas. De hecho, las escalaría si fuese necesario.

Esta vida no es más que préstamos, préstamos de personas, de buenas y malas cosas, de pequeños ratos de felicidad, préstamos de salud, de años de vida, de cariño...pero sólo préstamos, nada es nuestro, todo debemos devolverlo o pagarlo con altos intereses, cuanto antes aprendamos eso, antes estaremos preparados para encajar la primera pérdida".

No había escuchado nada de este libro ni sobre su autora, pero fue caer en mis manos, hojearlo por curiosear un poco y ya no pude dejar de leerlo. De entrada ya sabía a qué me enfrentaba, la sinopsis deja poco espacio a la imaginación. No obstante la historia es mucho más profunda, fuerte y bonita de lo que en principio parece.

Manuela es una mujer maltratada por su marido pero también por la vida. Ha recibido "palos" de todas partes pero no se ha dado por vencida, ha plantado cara y ha seguido tirando para adelante. Es joven pero lleva a sus espaldas tanto sufrimiento y ha vivido tantas cosas desagradables que después de leer la historia además de emoción me dieron unas ganas enormes de aplaudir por todas las Manuelas que habitan este mundo y porque las mujeres somos más fuertes de lo que nos imaginamos y que no debemos creer lo contrario en ningún momento. No somos el sexo débil, somos unas luchadoras natas.

Es un libro breve pero muy intenso que conquista y emociona a partes iguales. En la actualidad se habla mucho de malos tratos y de las medidas que debemos tomar las personas y la sociedad ante estas actitudes pero muy poco se habla de cómo es la vida de "después de" para las personas que lo sufren. Nunca pensamos en las posibilidades reales que tienen de volver a sentirse personas, de si pueden rehacer su vida o de qué forma, con qué condiciones...los que pueden porque much@s son los que no lo consiguen por desgracia.

Cristina Selva con esta historia también nos muestra una vez más que muchos tópicos o creencias sobre las personas son erróneos; no por ser del Norte o del Sur se siente la vida de forma diferente, sólo somos personas aprendiendo a vivir y luchar con las armas que nos han tocado y en el lugar que nos ha tocado nacer, pero si eres fuerte siempre puedes reescribir tu historia y empezar de cero como ha tenido que hacer Manuela.

Todos y cada uno de los personajes hasta el "malo malísimo" me han gustado mucho pero mi preferida con diferencia es Elvira, la panadera. Una mujer con un corazón enorme, con mucho amor para dar y una bondad sin límites.

Merece mucho la pena leerlo, deja muy buena sensación y transmite muchas cosas positivas y sobre todo nos " empuja" a vivir más y más intensamente. A que cuando veamos o sepamos de alguna Manuela, veamos algo más que a una persona maltratada.