Santuario de la Virgen
de la Cabeza. Andújar.
En Las Alpujarras y en la ciudad de Almería sobre todo predicó llevando la Palabra de Cristo a los moros, donde aún tenían estos su último reducto en España, y confirmando en la fe cristiana a los católicos. En aquellos lugares predicaba en 1569 cuando unos musulmanes enviados por Haben Humeya, le prendieron y le conminaron a renunciar a predicar más a los musulmanes. Como el Beato se negó a ello, le ataron y le arrastraron hasta un sitio llamado La Peza, mientras le pegaban. Luego le ataron a una encina y le golpeaban constantemente a pedradas, sin que por ello el santo trinitario dejara de predicar a Cristo, a la par que perdonaba a sus captores. Tres días duró aquel tormento de golpes y vejaciones, sin comer beber o descansar. Al cabo, cansados los moros, le arrancaron el corazón. Los procesos de canonización dicen que el corazón tenía impreso el Nombre de Jesús y que brillaba con grandes fulgores que asustaron a los musulmanes, que dejaron allí el santo cuerpo. Fue recogido por los cristianos, sepultado y venerado.
En 1757 Benedicto XIV aprobó oficialmente el culto que la Orden Trinitaria y la diócesis de Guadix le tributaban. León XIII le beatificó oficialmente en 1899, confirmando de nuevo el culto inmemorial.
Fuente:
-"Mártires de la Alpujarra". FRANCISCO HITOS. Red. Ediciones. Barcelona, 2017.
A 24 de septiembre además se celebra a
San Gerardo Sagredo, obispo y mártir.
Beato Hermann el Paralítico, monje.