(octavo aniblogsario)
Ya ven ustedes,Juguetes del vientocumple otro año más. Y está tan contento y emocionado que se le alborotan las palabras y casi no sabe qué decir.Porque cumplir un año más, un año bloguero, no es poca cosa. Al contrario, es una gran cosa, y más si, como en este caso, el blog no sólo sobrevive sino que verdaderamente vive y crece.Claro que el mérito no es suyo, sino de los lectores. Porque cada visita, cada comentario, cada seguidor y cada minuto que ustedes pasan aquí son una inyección de energía, de vitalidad y de motivación.
Este año, además, el corazón del blog, que parece de chicle, se ha ensanchado un montón. Faltan algunos nombres de lectores que ya no vienen por aquí (lo cual es algo lógico), pero son más los nombres nuevos que contiene. Y tan maravilloso es que haya nombres nuevos como que el corazón siga incluyendo nombres que llevan años ahí. Como siempre digo, yo no dejo de asombrarme, y de dar la gracias, por esa fidelidad, por esa presencia incansable de quienes llevan tanto tiempo viniendo por aquí, algunos desde el principio y muchos sin faltar a una sola entrada. Y a eso, teniendo en cuenta las ocupaciones de cada cual, los avatares de la vida y los ires y venires de las circunstancias, yo le doy muchísimo valor.
Además, para mí lo más importante no es que los lectores de este blog sean muchos o pocos, sino su talla personal e intelectual, que se percibe a través de sus comentarios. Muchas veces me han dicho, en vista de esos comentarios, que tengo lectores de lujo, y muchas veces he dicho yo que lo mejor de mis entradas son los comentarios que reciben. Porque todos aportan grandes cosas aJuguetes del viento: lucidez, ingenio, entusiasmo, curiosidad, originalidad, conocimientos, buen humor, estilo, inspiración…
Por eso, tanto los lectores que llevan mucho tiempo acompañándome como los que han ido llegando durante este octavo año de blog, hacen que me sienta, de todo corazón, privilegiada.
Con todos estos elementos, ¿cómo no va a estar el blog más fuerte y más guapo cada año? Así que, amigos míos, este nuevo aniblogsario no podría ser más feliz y estimulante.
¡Muchísimas gracias a todos!