En la plaza Domingo Fidel Sarmiento, en Parque Chas. ¿No era Faustino? ¿Será una plaza que reguizó –de reggae- a Sarmiento? ¿Civilización o barbarie? Civilización barbárica, capitalismo humanizado...
Discrepo con la bipolaridad taxonómica del encasillamiento rotundo.
La cordialidad y el buen trato es algo que se busca, con el correr del tiempo, se da sin pretenderlo quizás, se hace presente producto de la relajación de las partes que dan el entre posible para que se manifieste el amor, esa fuerza que va más allá de cualquier circunstancias, tiempo y espacio, y que da paso a la superación y la apertura.
Porque no se trata sólo de ser cordial y servicial, sino de abrir instancias y superar escollos, obstáculos que hacen que una comunicación se vea impedida de fluir, esas piedritas en el zapato que tiran a la retracción o dejadez.
Dejar de lado un tema por creencia de falta de tiempo, o ganas, es habitual en los habitantes de ciudad que no se paran a ver por dónde fluye la comodidad, el bienestar de estar compartiendo un rato con el interlocutor de turno.
Manifestarse dispuesto, abierto, receptivo hace nacer en el otro la imperiosa necesidad de decir qué le pasa. Y así ambos podrán danzar las aguas de las olas que las energías allí presentes den. Las hay bajas y duraderas, y las turbias, arremolinadas y cambiantes, que invitan más a la aventura de conocer el destino siguiente.
¿Cómo sigue esto? ¿Cuándo me subí? ¿Subís?