Revista Atletismo
Nos acercamos a Córdoba y ya desde el hotel se nos presenta la imagen más internacional: el puente romano y detrás la Mezquita-Catedral. Hay una serie de "patios" que se abren al público porque en ellos se colocan belenes y otros productos navideños. Es de noche y, aunque las plantas no presentan flores, el colorido de las macetas colgando de las paredes se torna maravilloso. Las personas que están al cuido nos relatan el cambio que se produce con la llegada del mes de Mayo y nos invitan a volver.
Las calles del centro y especialmente las de la Judería se convierten en un verdadero laberinto. Pasear por ellas es lo mismo que sentirse expectante ante la apertura de un regalo. No sabes lo que vas a encontrar a la vuelta de la esquina. Sólo el famoso "enchinado" las convierte en un pequeño martirio para los pies si llevas un calzado inadecuado.
Ir a Córdoba es un placer y así hemos disfrutado de su cultura, de su flamenco, de su gastronomía, de sus baños, de su arte, de sus gentes. La Mezquita que, por cierto no mira a La Meca, es el monumento de ineludible visita. Ver la Catedral "incrustada" te sorprende del mismo modo que los árabes edificaron su templo sobre uno visigodo. El guía nos dijo que gracias a los contrafuertes de la Catedral hicieron "el milagro" de que todo el edificio no se fuera a pique en el terremoto que asoló Lisboa en 1755. Hay múltiple información en la red pero desde aquí os animo a ir a Córdoba donde hay mucho que ver, disfrutar y vivir. Y así, andando, recorrimos gran parte de esta magnífica ciudad.
En las bodegas Alvear de Montilla nos quedamos con ganas de comprar una delicia de la Naturaleza: el Pedro Ximénez.
Uno de los 13 patios del Palacio de Viana
Un mar de palmeras, así me lo parecía a mí. La Mezquita, algo único
Conjunto arqueológico de Madinat al-Zahra (la ciudad brillante)
Flamenco y espectáculo ecuestre
El Cristo de los faroles
Esta imagen es de Alcaraz (Albacete) donde repusimos fuerzas a la hora de la comida y en donde contemplamos esta Plaza Mayor con sus dos torres que casi se dan la mano, curioso.