Corea del Sur es una de las sociedades más “conectadas” del mundo, ya sea a la banda ancha o al móvil. 35 de los 52 millones de ciudadanos coreanos usan algún dispositivo móvil. Pero los continuos casos de robo de datos personales en instituciones gubernamentales y bancos coreanos muestran lo vulnerables que son ante los ataques de los hackers y lo poco preparados que están.
Según Symantec, una de las principales empresas de software de seguridad, el año pasado se hackearon datos personales de más de 500 millones de personas alrededor del mundo, de los cuales, el 20% correspondieron a Corea del Sur. Con todo el merecimiento, se merecen el título de “Capital mundial del Hacker“.
Según los expertos, el problema radica en que la ciber-seguridad está regulada por el gobierno, quien destina un presupuesto insuficiente y los requerimientos de control que exigen a las empresas y especialmente a la banca son también bajos. Actualmente, si un banco coreano cumple con los estándares del gobierno en materia de seguridad, no se hace responsable legal en caso de que le roben datos de sus clientes.
La Korea Creative Economy Research Center urgió al gobierno a liberalizar el sector a la competencia y que cada corporación se haga responsable de la seguridad de sus bases de datos.
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