La imagen fue tomada en Corea del Norte y no borrada por su autor, a quien obligaron a eliminar numerosas instantáneas por considerarlas poco convenientes. La población, y el régimen, gustan de fotografiar a su población utilizando ordenadores, aunque después soliciten la eliminaciòn de la imagen cuando demuestra que los ordenadores no están siquiera enchufados, tal vez por falta de corriente. Un evidente triunfo del comunismo.