Un prejuicio habitual es pensar que los coreanos son gente considerada, educada, cívica, etc. Pero lo cierto es que como en todas las sociedades, en Corea también nos podemos encontrar a gente maleducada, borde, guarra e incívica. Ahí van unos ejemplos gráficos para que estéis avisados.
Vaya nochecita se habrá pegado… y es que cuando un salaryman se va de juerga, se deja el alma.
En principio no está permitido comer dentro del metro, pero seguro que a pocos se le habría ocurrido comer un bol de ramen instantáneo.
Tampoco está permitido beber y esta señorita está bebiendo de un botella de makkoli (vino de arroz) para saciar la sed.
Creía que no se podía fumar en los vagones…
Pero cuando te viene el mono… qué más da.
Y si tienes la vejiga llena, pues qué vas a hacer… vaciarla, ¡claro!
¿Sabías que los coreanos se descalzan cuando llegan a casa? Pues hay algunos que lo hacen antes de llegar…
Lo cierto es que es más cómodo que ir en tacones.
Y ya puestos… porqué no echarse una siestecita…
¡Qué digo de siesticita! A dormir la mona, que le traigan la mantita, por favor.
Lo del carrito de la compra es un gran invento, más si te lo puedes llevar a casa.
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