NUESTRA OPINIÓN....
Manuela Pelari es ahora agente de policía. Nunca se ha podido deshacer de la sensación que tiene desde lo ocurrido hace 10 años cuando desapareció una de sus compañeras en un viaje de estudios que hicieron al volcán Tunik organizado por una profesora. Siente que hubo algo que se le escapa desde entonces y está convencida de que las autoridades tampoco investigaron hasta el fondo.
Después de una misa organizada en honor de Cornelia hace una década, la madre de la desaparecida se pone en contacto con Manuela para pedirle que investigue, ya que está convencida de que su hija sigue viva, lo que sirve a la policía como último empujón para animarse a intentar averiguar qué fue lo que en realidad pasó en aquel viaje.
Manuela Pelari, Pipa cuando ocurrieron los hechos, sabe que no va a ser fácil para ella enfrentarse a esta investigación, ya que lo que pasó entonces sigue pesando en ella y le dejó una marca de la que no ha podido desprenderse pero también sabe que ha llegado el momento de hacerle frente.
Cornelia trata un tema que no es nuevo aunque en estos momentos tenga más visibilidad, un tema tremendamente duro y un delito en el que existen tantos intereses que parece que aunque en ocasiones se puedan desarticular algunas bandas y ramificaciones en cualquier país, es imposible acabar con las redes de trata de mujeres.
Y lo que todavía da más miedo, la idea que nos transmite de que lo que le sucede a Cornelia le puede pasar a cualquier mujer, que aunque nos pensemos que a nosotras o a nuestras hijas eso no le puede pasar, que solo les sucede a otras, en realidad tenemos que estar alerta porque cualquiera puede ser víctima.
Florencia Etcheves analiza el núcleo de la maldad y logra ponernos los pelos de punta ante la frialdad de quienes mueven los hilos y forman parte de este mundo, da igual hombre o mujer (aunque parezca mentira ellas también pueden comportarse así), anulando a las víctimas física y mentalmente, y cómo para ellos son solo mercancía que según se va deteriorando va perdiendo valor hasta llegar al punto que es más rentable deshacerse de ella de cualquier manera porque su valor no alcanza ni el de la bala que gastarían para matarlas. Pero no solo las mujeres son las víctimas de estos "seres" aunque sin duda lo son en inmensa medida, ya que no todos los que participan en estas redes ven en ello una forma de vida, estos individuos también logran doblegar a otros que están a su alrededor a fuerza de miedo, para que estén a su servicio, convertirles en sus cómplices y conseguir su silencio.
Afortunadamente lo anterior no va a ser lo único que vamos a encontrar en la novela. Se agradece que la autora haya logrado encontrar cierto equilibrio ante la miseria humana y un tema tan duro como este al mezclarlo también con la empatía, la valentía, el amor, la amistad y la ternura que también encontraremos en la novela.
Me ha gustado mucho Cornelia, tanto que espero que podamos disfrutar de más novelas de esta escritora (parece que hay entregas anteriores con Manuela como protagonista). Me ha gustado la cómo dibuja a sus personajes, esos capítulos que te atrapan y giros que te meten en el bucle de querer leer uno más, la manera en que la autora mezcla los tiempos en que se desarrolla la trama, la forma de dosificar la información creando dudas en el lector y captando su atención en todo momento manteniéndole pegado a sus páginas hasta el final.
Cornelia es una lectura con una trama que es dura y puede ser tierna a la vez, muy entretenida, ideal para el verano y que sin duda recomiendo.
FICHA DEL LIBROFRAGMENTO