Esta trilogía cuenta con Corazón de tinta, Sangre de tinta y Muerte de tinta, en esta ocasión reseñaré el primero de los tres libros.
"Algunos libros han de ser paladeados,
otros se engullen,y sólo unos pocos se masticany se digieren por completo."
Mortimer y su hija Meggie viven juntos en una casa llena de historias. Mo (como su hija lo llama cariñosamente) es restaurador de libros y su profesión le exige viajar en algunas oportunidades. Meggie es una gran lectora, ha disfrutado con los viajes de Julio Verne, con las historias de Peter Pan y ha acompañado a Tom Sawer. Una noche, llega a su casa un extraño personaje llamado Dedo Polvoriento, quien manipula los acontecimientos de extraña manera para que padre e hija se vayan a casa de una tía de la madre de Meggie: Elinor.
La estancia en casa de Elinor en un principio no es agradable, pero a raíz de que unos hombres se llevan a Mo, Meggie ve a Elinor como una aliada y ello hace que le tome afecto. La niña desconoce la razón de lo que sucede, entre otras cosas porque su padre esconde muchos secretos, entre ellos: el paradero de su madre.
Al estar encerrados por orden de Capricornio, Mo le cuenta a Meggie que su madre está encerrada en un libro llamado Corazón de tinta por su culpa, y que tanto Capricornio como Dedo Polvoriento son personajes del mismo. Posteriormente, los hechos los llevan a encontarse con Fenoglio, el autor del libro, quien no puede creer algunas cosas de las que allí suceden. A partir de allí se desencadenan una serie de hechos fantásticos que lo hacen totalmente recomendable para los amantes de los libros.
"Si te llevas un libro a un viaje sucede algo muy extraño: el libro empezará a atesorar tus recuerdos. Más tarde, te bastará con abrirlo para trasladarte al lugar dónde lo leíste por vez primera"
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