Para las personas con discapacidad auditiva, el tapabocas puede ser un importante obstáculo. Sin embargo, existe una nueva tendencia para su uso
Las mascarillas se han convertido en un elemento común en nuestras vidas, con el efecto que esto tiene sobre la manera de comunicarnos y cómo interpretamos los gestos faciales.
Una mujer ha cosido más de 100 mascarillas protectoras que permiten leer los labios y hacer que los sordos se sientan "seguros e incluidos".
Y que también puede permitir a todas las personas, sean sordas o no, volver a ver las sonrisas que los cubrebocas ocultan.
Claire Cross, del condado de Devon, en el sur de Inglaterra, dijo que las mascarillas -que incluyen un panel de plástico transparente en el lugar de la boca- son "vitales" para quienes tienen limitaciones auditivas.
La Asociación de Niños Sordos de Reino Unido (NDCS, por sus siglas en inglés) ha pedido que las mascarillas se pongan ampliamente a disposición del público.
El gobierno británico dijo que sus políticas están destinadas a ser "lo más incluyentes posibles".
En Reino Unido, el uso de máscaras protectoras es obligatorio en el transporte público, en hospitales y en algunas áreas cerradas para ayudar a frenar la propagación de la COVID-19.
Pero la NDCS advirtió que los tapabocas estándar "podrían aumentar el riesgo de aislamiento y la sensación de soledad de las personas sordas más de lo que ya lo sufren ahora".
Cross, una empleada cesante de un bar en Cranbrook, Exetery, que se está protegiendo porque tiene artritis reumatoide, también ha donado mascarillas corrientes pues quiere que los tapabocas se vuelvan una cosa "natural".
Cross dijo que las personas quieren "regresar a la normalidad" a medida que se relajan las medidas del confinamiento.
"¿Por qué deberían sufrir [los sordos y los que tienen dificultades auditivas]? ¿Por qué no pueden regresar a la vida normal como todo el mundo?".
Gail Convay, de 59 años, del condado de Staffordshire, opinó que las máscaras transparentes deberían volverse el estándar normal pues las opacas son un "obstáculo".
"Cuando le digo a la gente que leo los labios tienen que tocarse la cara y retirarse la mascarilla para comunicarse conmigo y luego volver a colocársela cuando termina la conversación", señaló.
"Para muchas personas sordas, especialmente si viven solas, el problema que este virus ciertamente ha creado es un mayor asilamiento que el que ya tenían".
El gobierno indicó que hay excepciones para aquellos que no pueden adherirse al uso obligatorio de mascarillas.
En un comunicado añadió que está en contacto frecuente con organizaciones de personas con discapacidades para que las políticas se ajusten debidamente "para ser tan incluyentes como sea posible".