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Coronavirus y barranquismo

Publicado el 25 abril 2020 por Jose

Barranquismo en Madrid: No solo lo que parece:

Llevamos ya más de un mes encerrados en casa y todavía queda para rato. Ayer cotilleé un poco el posicionamiento de mi web www.akenay.com en Google, y vi que había bajado. Normal:  Con la historia del confinamiento por el coronavirus, la verdad es que he dedicado más tiempo a mi familia estas últimas semanas y solo he publicado alguna foto vieja en Instagram o en Facebook… Me alegro mucho de haber chequeado la posición en el buscador, porque me ha hecho pensar y me he dado cuenta de algo muy importante.  ¿Qué es lo mejor del barranquismo, de la escalada, del esquí….?

En tiempo de confinamiento, vivimos de recuerdos. Yo tengo muchísimos en los que lo he pasado genial en el monte. Pero me he sorprendido porque no todos son por lo que pensaba:

Cliente tipo del Barranquismo en Madrid:

La verdad es que no hay un barranquista tipo: He disfrutado mucho escuchando a  Adrián, que me contaba cosas del proyecto del acelerador de neutrones en Lund (Suecia), o con Elena que estudia lo que les pasa a las barras de combustibles de las centrales nucleares por culpa de la radiación. Pero también fue genial, de camino al ventano del diablo,  la charla sobre coloración de Ylane, un joven ”Coiffeur” francés, que tras formarse  (4 años muy centrados en la composición de los distintos tintes) y trabajar para los más prestigiosos salones de Paris, ahora ejerce en Madrid, o con Erika que además de saberlo todo sobre Economía Familiar (las mejores formas de reducir gastos e invertir lo que sobre…) e introducirme en el apasionante mundo de las cervezas británicas, es la persona que más me ha hecho reír en un Barranco. Tampoco me puedo olvidar de Borja, que es un experto en antigüedades y me contó en los Cortados del Júcar, como diferencia, en su día a día, piezas auténticas de posibles falsificaciones.  Cada uno es distinto y con todos me lo he pasado fenomenal compartiendo aventuras: las suyas, las mías, las nuestras.

Nivel necesario para hacer actividades de turismo activo

Es una pasada cuando encuentras a alguien al que se le da bien el descenso de barrancos y lo hace de forma innata. Pérez vino a hacer un par de barrancos con sus amigos, y desde el principio, hizo de monitor para ellos, montando y desmontando bajo mi supervisión todos los descuelgues del barranco de Portilla. Como había escalado bastante, y es muy analítico (es lo que tiene ser ingeniero), con 4 explicaciones, asimiló las similitudes y las diferencias entre las técnicas de escalada y las del barranquismo.  En este apartado de “formación” tengo que incluir todas esas personas que piensan que son “patosas” o que no son buenas para los deportes y lo que les pasa en realidad, es que no han probado este tipo de actividades. Aquí es cuando hay que pedir un fuerte aplauso para Diego, que aprendió a esquiar en solo 4 horas en Xanadú, o para Elena que bajó la “Zapatilla” de Candanchu en su primera temporada de esquí. No me olvidaré de Alejandra, una enfermera de Alcorcón que dijo textualmente, “Soy una patosa” y acto seguido bajo el barranco de Somosierra como una campeona.

Conoce el mundo haciendo barranquismo desde Madrid.

Tengo la suerte de que vienen conmigo bastantes personas de otros países. Eso me permite practicar inglés y francés y conocer distintas culturas del mundo. Me pareció gracioso que hablando de una niña que se llama Sara, Oran que es de Israel, me dijo que Sara era la mujer de Abrahán. Unas semanas más tarde, vino chico árabe y volvió a salir el tema de Sara. El me comentó que Sara era la mujer de Ibrahim. ¡Somos tan distintos y a la vez tan iguales!  Para mí es una suerte, viajar por el mundo sin salir de España.

Reponer fuerzas para hacer más barrancos

Como los planes que solemos hacer son de día completo, normalmente cada uno lleva su táper o su bocadillo y solemos compartir. No podré olvidar un plato Kosher bastante picante que me ofreció Moriya después de hacer la vía Ferrata de Sacedón, ni unas barritas de cereales que cenamos antes vivaquear en el barranco de Trevélez. Pero cuando vamos sin prisas, no es ninguna mala idea probar el típico bar de pueblo español: como hicimos Erik el vikingo y yo en El Jerte.

Coronavirus y barranquismo

Despues de un buen barranco hay que recobrar energía.

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Amigos barranquistas

Mi amigo Israel es el que me metió en el mundillo del barranquismo, y por él conocí al “Peri”, un profesional del mundo de las aventuras. Intentamos escaparnos unos días juntos, al menos una vez al año, al principio o al final de la temporada.  Ya le hemos dado un repasito a las actividades de Castilla la Mancha, y como sé que está dándole al inglés, le pregunto: What’s next?:  ¿Guara….?

Pero no hace falta venir, “recomendado” para acabar siendo buenos amigos, está el caso de Use: que apareció hace seis meses como cliente en el barranco de Arbillas y después de hacer varias actividades conmigo, no solo se ha convertido en un artista del barranquismo, de la escalada y de las vías ferratas, sino que ahora nos llamamos  todas las semanas para charlar del bien y del mal, del confinamiento y de la que vamos a liar cuando nos suelten…. Y como el mundo es un pañuelo, resulta que un hijo de Use y uno de los míos son amigos del cole, así que últimamente hemos ido de barranquismo en familia juntos….

Adrenalina y paz. O mente sana en el cuerpo sano….

La Naturaleza te da sus momentos de Adrenalina, pero también sus momentos de Paz. No soy muy místico, pero a veces, cuando está con personas próximas, en medio de esa paz, sientes algo… Como con Mónica y Rafa haciendo senderismo en Peguerinos.

Al final resulta que todo lo que hay alrededor de los deportes de aventura, es casi igual de importante que el propio deporte.


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