Magazine
Corrector de pruebas vs Corrector de estilo
Publicado el 15 abril 2014 por Soraya Del Ángel Moreno @soraya_delangelQuerido viajero,
Gracias, una vez más, por pasarte por mi taberna. ¡Es un placer contar contigo cada semana!
Hoy pretendo aclarar un tema que, por hallarme involucrada en él, sé que genera cierta confusión al escritor: los correctores literarios.
Cuando un escritor finaliza su obra, por lo general quiere que un corrector profesional la revise. He puesto en negrita "profesional" porque en muchas ocasiones, por temas económicos, se da el manuscrito a cualquier estudiante en prácticas, o amigos filólogos. No digo que estas personas no sepan muchísimo, pero un corrector profesional debe haberse formado para ello. Son muchas las técnicas requeridas, tanto para el corrector de pruebas, como para el corrector de estilo (trabajos totalmente independientes aunque puede ejercerlo una única persona).
Veamos en qué consiste cada uno (lo necesitarás saber a la hora de invertir en ello para saber qué hará cada uno):
El corrector de pruebas, también llamado corrector de ortotipografía, es quizá la persona más importante en el proceso editorial, ya que garantiza que tu obra tenga la calidad que buscas. El corrector no interviene en el estilo ni hacen mejoras en el texto; respetan el criterio que tú hayas impuesto en tu escrito. Para ellos el contenido pasa a un segundo plano, centrándose en cada palabra, la coherencia gramatical de cada frase, la ortotipografía pero siempre, repito, sin alterar el texto escrito por el autor.
El corrector de estilo te asesorará en aquellos aspectos de mejora de tu obra (por mucho que le pagues, no escribirá por ti partes de tu novela y tampoco embellecerá tu prosa, no es su función). El corrector de estilo hace un control de calidad sin prestar demasiada atención a los fallos ortográficos, gramaticales, etc (recuerda que ésta es tarea del corrector de pruebas). Esta figura supervisará el texto y se asegurará que todo tiene el estilo definido por el autor, y de no ser así, propondrá cambios en ciertos párrafos. También te dirá si el mensaje que quieres dar al lector es el correcto.
El corrector hará llegar al contratante un documento llamado "Informe de corrección" donde éste se podrá ver el trabajo bibliográfico empleado, la leyenda de las correcciones para su maquetación y sugerencias o comentarios. Éste documento, en caso de tener editorial, lo reciben los maquetadores e inician el proceso de retoque en el manuscrito.
Lo ideal es que la misma persona te haga los dos tipos de correcciones.Tanto si es una editorial la que los contrata, como si lo haces tu mismo para autopublicar, no olvides pactar con los criterios que quieres que sigan y hasta donde quieres que lleguen. Deja claro que tu intención es que analicen o bien la corrección ortotipográfica (corrector de pruebas), la de estilo (corrector de estilo) o ambas para no llevarte sorpresas.
Espero que la entrada de esta semana te haya resultado útil. Nunca está de más saber lo que estás contratando ;)