Revista Salud y Bienestar

Correr con frío extremo: riesgos y beneficios

Por Plantillascoimbra

plantillas de inviernoParecía que nunca llegaba el invierno. Nos encontrábamos en una primavera eterna hasta hoy. El frío cubre nuestras calles y nuestro cuerpo. Y es justo en estas fechas cuando tienes que correr más que nunca, además es la época del año en que hay más carreras.

En Plantillas Coimbra nos preocupa que el frío sea la causa de que la gente salga a correr menos. Por esto hoy nos centraremos en hablar sobre la relación frío-deporte y buscaremos soluciones para que las bajas temperaturas no sean la excusa para no salir.

¿Cómo afecta el invierno a nuestro rendimiento?

Cuando las temperaturas son de unos 10ºC nuestro rendimiento prácticamente no se ve afectado, hasta que llegamos alrededor de los 0ºC. Cuando hace mucho frío nuestro cuerpo es más lento y cuesta mucho más adaptar los ritmos en comparación a otras épocas del año.

Destacamos que no sólo tiene que ver la variable temperatura sino también humedad, viento, etc.

¿Por qué corremos más lento cuando hace tanto frío?

Hay diferentes factores que afectan nuestra forma de correr como la lentitud. A continuación conoceremos 5 puntos diferentes que hacen que nuestro cuerpo se ralentice con las bajas temperaturas.

Se reduce la contracción muscular y la potencia: la musculatura se contrae por culpa del frío, y nuestros músculos funcionan más lentamente y pierden parte de potencia.

Baja el flujo sanguíneo: para mantener el cuerpo a una buena temperatura nuestro organismo distribuye la sangre y reduce el flujo sanguíneo a las extremidades, por lo tanto, unas piernas que no les llega suficiente sangre no rinden tanto. Sabiendo esto, es imprescindible calentar para tener una buena temperatura y de esta forma, los músculos no se contraigan.

El frío se come la energía necesaria para correr: los carbohidratos son nuestra principal fuente de energía para correr. Si hay temperaturas bajas el glucógenos no mantiene el cuerpo a la temperatura correcta.

Aumenta el ácido láctico: la energía necesaria para hacer running se obtiene de dos formas:

- Aeróbica: utiliza el oxígeno para obtener glucosa. Esto permite mantener los esfuerzos a un ritmo bajo durante un tiempo prologando.

- Anaeróbico: no utiliza el oxígeno de la glucosa. Esta forma de obtener energía no es tan eficiente, pero ayuda a correr más rápido aunque en un tiempo corto porque consume la glucosa realmente rápido.

Cuando las temperaturas son bajas nuestro cuerpo distribuye la sangre para evitar la pérdida de calor. Es por esto que cuando hace frío la sangre llega menos y hay menos oxígeno en nuestros músculos.

El frío nos da una sensación de peso: si somos sinceros cuando corremos no nos abrigamos porque pensamos que subirá nuestra temperatura corporal y acabaremos sudando y cargando la chaqueta en la mano o en la cintura. Pero debemos ir abrigados para permitir nuestro cuerpo a una temperatura corporal ideal y así, de esta forma, aumentar nuestro flujo sanguíneo.

¿Cuáles son los riesgos de correr con temperaturas bajas?

El frío es peligroso y puede causar lesiones. Debemos conocer todos los riesgos que comporta correr cuando hay temperaturas bajas.

Cuando las temperaturas son exageradamente bajas debemos reconocer los primeros signos de hipotermia. Correr en verano con temperaturas altísimas es molesto, pero con un poco de agua para prevenir un golpe de calor es suficiente. Sin embargo, si las temperaturas son muy bajas, la hipotermia es un peligro real y preocupante. Por ejemplo, si te quedas quieto en la intemperie y te coge frío no, la hipotermia no desaparece. Debemos prestar atención a los signos, preocúpate cuando te cueste hablar e intenta volver a casa o pedir ayuda.

Muchos runners tienen miedo que el frío congele o dañe sus pulmones y esto ocurre porque muchos de ellos sienten dolor en el pecho cuando hace tanto frío. No nos preocupemos, nuestro cuerpo está preparado para el frío extremo.

plantillas para pies fríos
No obstante, uno de cada 5 corredores son frioleros o más sensibles al frío. Puede que tengan bronco-espasmos. Si eres uno de ellos y te cuesta respirar y/o tienes mucha tos, tápate el cuello y la boca e intenta respirar por la nariz. Si aun así no te funciona, es aconsejable visitar a tu médico.

El sudor puede congelarse. Cuando tratamos con temperaturas extremas y nosotros estamos sudando debemos vigilar porque puede congelarse e igual pasa con la humedad de  la respiración que queda en la braga que cubre tu cuello y tu boca.

Con las bajas temperaturas hidrátate. Cuando hace mucho calor sabemos que es imprescindible beber mucha agua. Pasa lo mismo cuando hace frío. Debemos beber mucho para que nuestro metabolismo pueda eliminarla y podamos sudar.

¡Las excusas para no correr las pones tú! Así terminamos el post de hoy. Hemos hablado de cómo correr en invierno, de sus riesgos y de cómo evitarlo. Ahora te toca a ti salir a correr y contarnos como ha ido y si te apetece enviarnos una fotos.

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