
Ahora, ya con cierta perspectiva desde entonces, con miles de kilómetros en las zapatillas, las sensaciones no han cambiado, si acaso he relajado la lucha con el reloj en busca de mejorar mis modestas marcas, ahora ya no son importantes. Porque ahora me interesa atrapar momentos y compartir experiencias. Los objetivos van cambiando, pero el espíritu es el mismo.
