Revista Música
Arctic Monkeys – Whatever people say i am, that’s what I’m not
Como una conjugación moderna de los píxeles que tiñen la vorágine del mas Nuevo milenio, la banda en cuestión aúna una sucesión de características que los lanzaron cual fuego de artificio en una ascendiente poco menos que vertiginosa y no por ello menos comprometida. Hijos legítimos del boca a boca, bebieron sin prejuicio de la expectativa para darse a conocer, conservando ese aire silvestre y cochino, ese aroma a calle poco producida. Más también se dejan embelesar por las luces neonicas y los nubarrones de tabaco, los clubes nocturnos y las grupies excéntricas. De allí heredan su sonido, y su actitud. Bastante jóvenes para un debut lo bastante potente y a la vez lo suficientemente accesible como para batir unos cuantos record de ventas, un pequeño y engañoso faro en un mar de debacle, donde disqueras hacen como que sucumben por los números rojos. Al menos ese es el pretexto para perseguir en una purga a los mundanos piratas.
Un fenómeno mas que particular, ya saben lo peligroso que es dejar rodar una pequeña bola de nieve, y que esta se siga alimentando y alimentando, hasta madurar y transformarse cataclismicamente en una avalancha desproporcionada y ruidosa, pero que en el fondo no es mas ni menos que el mismo copo que una vez se dejo escapar para rodar. Algo similar pero menos metafórico es lo que ocurrió con estos adolescentes británicos. La Internet, esa catástrofe de información donde decidieron colgar sus grabaciones, para compartirlas gratuitamente, casi como un ¡esto no nos pertenece, si no a ustedes, el publico! Entonces ese personaje tan subvalorado a ratos ,les devolvió la mano, subiéndolos al podio y dándoles credibilidad y distribución acelerada que incluía un crecimiento geométrico, logrando con rapidez romper mitos y cimentarse en las redes intangibles.
Ahora el sonido no se queda atrás, lo podríamos traducir como un camino recto o una carretera bien derecha, ósea cero matices , pero no engaña, se ve bien que viene y donde estas parado. Veloz y potente, bailable y pegajoso, rustico y a la vez pulido sutilmente. Y además como condimento especial, la mirada mordaz y cínica de un adolescente que soporta y ojea de manera sarcástica una tibia realidad.
Abre The view from the afternoon, un rompedor comienzo, cambios de ritmo precipitados, silencios intermedios y una turbulencia de frases que se agolpan, mientras la voz va dándoles un hilo del que aferrarse. De una inspiración callejera formidablemente sólida, y algo de ese acido resentimiento entre líneas. El atardecer da lugar a la noche y el desbocamiento mas juvenil y acelerado con I bet you look good on the dancefloor, el imán nocturno que disuelve el aroma a pub taciturno con corrientes coquetas pero positivas. A la hora de hacerse una idea global del disco estos dos tracks iniciales lo resumen en totalidad, energía hereje y ganchos varios, no muchas texturas, tratando de compensar eso último con eficiencia y no mucha duración. Fake tales of San Francisco, revindica dos secciones una primera mas ralentizada con unos dejos de letargo, con una segunda mas alborozada y unificada, con múltiples vocalizaciones y la guitarra reinando con total absolutismo, sin virtuosismo, pero si con arto descontrol, y eso anima. Le sigue Dancing shoes, que a primeras escuchadas se nota envuelta en un velo plano y desabrido, mas al irla desatando y desatando, coge unas poderosas convulsiones ,algo distinta es la sugestiva y de largo nombre You Probably Couldn't See For The Lights But You Were Looking Straight At Me, ha de ser la pronunciación la que tiñe de una cierta picardía al tema en cuestión, las líneas cuando se oye la segunda voz (One look sends it coursing through the veins oh how the feeling races), dan un remate eficiente.
Still take you home, no reduce en nada las pulsaciones, iniciando bombásticamente alto, luego controla los tiempos para entrelazar armonías vocales rusticas, con bajeos marcados o dejando en solitario a la guitarra Y acabando en una vorágine de brío, incorporado a un cierre cortante. Riot van, reduce drásticamente la velocidad, es necesario matizar la electrificación excesiva a ratos del debut, quizás no sea tan pulida como lo previo, resultando bajo la media, mas su introducción se hace notablemente obligatoria, para no caer en una turbulencia inescuchable de acordes furibundos. Su contenido es interesante, relatando directamente los sucesos entre la policía (pacos) y las protestas, la represión y esas verdaderas batallas campales que muchas veces tiñen de caos la vida citadina. Red Light Indicates Doors Are Secured, se balancea con consistencia sin rondar el atosigamiento, mas bien merodea con mala espina por los oídos opuestamente Mardy Bum, resuena mas inocente y cercana, un reproche medido e insinuante. Perhaps Vampires Is A Bit Strong But.... usa la aplicación de numerosísimas inclinaciones, como percusiones mas tribales y una tenue desaceleración del ritmo. De naturaleza crecidamente mustia, cediendo un poco de terreno a la predicibilidad, no por la falta de fondo, sino por ese chispazo ausente que hace que una canción se quede alojada en la mente de un escucha.
“Dicen que todo cambia cuando se oculta el sol por aquí”
La acidez mas fervorosa y critica ebullece con los acordes acústicos de When the sun goes down… una visión bastante narrativa y acertada de la prostitucion, letras sensiblemente directas y filosas… “Me pregunto que salio mal, para que tuviera que vagar por las calles. Ella no acepta tarjetas de crédito y dudo que haga recibos, todo no es muy legal que digamos.” Todo un acierto y a diferencia de la canción anterior esta si contiene esa chispa incesante, que fácilmente la vuelve a recordar y recordar y recordar. Se cierran las cortinas con dos composiciones From the ritz to the Rubble y A certain Romance redondísimas y poderosas sobre todo la segunda que deja muy arriba de la pelota, con su mastodontito inicio, cuando es el momento de decir adiós.
Nos quedamos con la inmadurez para matizar, pero la potencia es algo que no se aprende y se lleva, más un prominente letrista…Todos condimentos de un gran disco se diga lo que se diga. Comparte y vencerás, pregúntenle a ………………?