Revista Opinión

Corrupción y política: noticias de un país que no es el suyo

Publicado el 21 enero 2013 por Monetarius

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En las fases previas a los procesos electorales, sale a tomar el sol y se agita en los zócalos de cada ciudad y pueblo de Villautopía, un lugar común de ese país eterno. Fruto de haber sido imperio pronto y colonia siempre, Villautopía repite su gesto inevitable a ambos lados del Atlántico. Es en ese momento cuando muchos empresarios se muestran decididos a lanzarse a algún cargo público “porque han sentido una llamada de responsabilidad de la patria a la que no pueden desoír sin traicionar su compromiso con el país”.

Esos hombres de negocios, que ven en cada nueva legislatura alguna oportunidad más atractiva que producir y vender mercancías, otean dinero donde otros solamente ven votos, ideología o cansancio. Los “emprendedores” una vez hechas las cuentas del costo de la operación, desprenden la retina del ojo y la sustituyen por el logotipo del dólar. Calculan el precio con atención, pues no hay negocio sin presupuesto: el enorme gasto en publicidad -principalmente televisión y radio-, los sueldos de los contratados para la campaña (sénior y juniors), las bolsas para los acarreados en los mítines (incluido refresco, bocadillo y pieza de fruta), gastos vinculados a la compra del voto -cemento, ladrillos, tuberías, semillas, farolas, alcantarillas, telefonía, ordenadores, alimentos, tarjetas de compra, viajes, dinero, puestos de trabajo, contratos y contratas-, sobresueldos para periodistas mercenarios -proporcional a la audiencia de la emisora o canal- y la comisión que deben pagar al partido para que le presten las siglas. Por supuesto, el costo final tiene que ser razonablemente cubierto con las expectativas de negocio. Cuando el beneficio prometido es grande, no es tampoco extraño que los costos sean cubiertos por un grupo de empresarios (aunque ese “pool” es también fuente de posteriores disidencias. La probabilidad de que se hagan públicos asuntos vinculados a la corrupción está siempre -siempre- vinculado a gente que denuncia desde dentro porque no le han dado la parte prometida en el acuerdo inicial).

Artículo entero en: CuartoPoder. Pinchar aquí.


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