Llega el verano y con él son muchas las cosas que estábamos esperando. Vacaciones, piscina, playa, chiringuitos y cenas al aire libre. Una de las máximas ventajas de los que tienen piscina o playa cerca es la de poder remojarse todo el día huyendo del sol abrasador. Y es que en verano, cualquier chapuzón es bueno para aguantar el tirón.
La piscina y los niños también son una combinación idónea, idónea para ellos claro, y para los padres a veces puede causar algún dolor de cabeza. Avisarlos de que no se tiren tan cerca del bordillo o no se vayan donde cubre, que no hundan a sus hermanos o amigos en el agua… y por si fuera poco, nos tenemos que preocupar de la salud y los cortes de digestión.
Raro es el que no haya preguntando aquello de ¿cuánto tiempo tengo que esperar para bañarme después de haber comido? Las dos horas que padecíamos de pequeños mientras nuestros padres hacían la siesta, hoy ya no tienen sentido, y es que dentro de los principales mitos de la infancia, está el de que tengamos que esperar dos horas para poner un pie en el agua después de la comida.
Para explicar mejor qué son los cortes de digestión y cómo podemos prevenirlos, lo mejor será comenzar por el principio.
¿Qué es un corte de digestión?
Oímos a menudo aquello de ¡cuidado! nos puede dar un corte de digestión. Y lo cierto es que asombra la cantidad de personas que tras lanzar esa advertencia ni si quiera saben qué es ni qué puede acarrear. Y es que la sabiduría popular deja muchas cuestiones sin resolver, pero no debemos preocuparnos porque hoy lo averiguaremos.
Llamamos corte de digestión a una interrupción de forma brusca de nuestro proceso digestivo. Sabemos que la digestión comienza cuando ingerimos un alimento y termina cuando metabolizamos todos los nutrientes de lo que hemos comido, quedando en el tubo digestivo los desechos. Por lo tanto, al hablar de un corte de digestión, nos estamos refiriendo a la parada brusca que frena la digestión y, si bien es cierto que puede producirse por meterse en el agua después de comer, también tiene otras causas.
El corte de digestión detiene la actividad de nuestro proceso digestivo.Cuando estamos haciendo la digestión nuestro cuerpo funciona de un modo más activo en el sistema digestivo, por lo que el flujo sanguíneo estará más concentrado en este lugar, circulando por el resto del cuerpo un aporte de sangre menor de lo habitual. Si al estar en ese proceso nuestro cuerpo se somete a bajas temperaturas, la sangre tenderá a repartirse por el resto del cuerpo, descentrando la atención de nuestro sistema digestivo y provocando, por lo tanto, un corte de digestión. La consecuencia pueden ser vómitos o malestar y es, precisamente, lo que tanta gente pretende evitar al meterse en el agua después de comer.
Las causas de los cortes de digestión
No solo el agua de la piscina o de la playa puede producirnos un corte de digestión, a continuación te contamos las múltiples causas que pueden provocarnos esta parada.
Meterse en agua fría
Aunque no tiene por qué pasar, sí que es probable que al entrar en agua fría nos provoque un corte de digestión. Dado que entre los síntomas que puede acarrearnos, está el de perder el conocimiento, es especialmente peligroso a la hora de meternos en el mar o en la piscina, ya que podemos ahogarnos al quedarnos inconscientes. Es más probable que nos pase cuando el agua esté especialmente fría o nuestra temperatura corporal sea muy alta, bien porque hace mucho calor o porque hemos estado tomando mucho el sol.
Esto no quiere decir que no podamos bañarnos al terminar de comer, sino que lo ideal es ir bajando la temperatura del cuerpo poco a poco, refrescando brazos, piernas y después meternos en el agua con calma y despacio, para que no se produzca un cambio brusco de temperatura.
Las comidas copiosas
Hay comidas abundantes en grasas que pueden hacer que nuestra temperatura aumente especialmente y nos arriesguemos a sufrir un corte de digestión al contrastar con el agua fría. En estos casos hay que llevar especial cuidado y no exponernos a cambios bruscos de temperatura.
Cuidado con el ejercicio
Si vamos a hacer ejercicio, también es bueno que esperemos a no ponernos a correr nada más comer, pues del mismo modo que puede pasar un día caluroso, al sudar en exceso también podemos marearnos hasta llegar a sufrir un corte de digestión.
¿Qué hacer frente a un corte de digestión?
Lo primero que debemos saber es que el corte de digestión, si bien se muestra especial preocupación en los niños, puede suceder a cualquier edad, así que nadie estamos exentos de sufrir las consecuencias de estos cambios de temperatura. De hecho, para las personas mayores o con problemas en el corazón, puede ser mucho más perjudicial, por lo que debemos andar con especial cuidado.
Lo más recomendable es que entremos en el agua poco a poco después de comer y seguramente no tengamos ningún problema de este tipo, sin embargo, para estar preparados, no está de más conocer lo que debemos de hacer si sufrimos de un corte de digestión.
Lo primero que tenemos que hacer es identificar qué nos está pasando y para ello, lo mejor será que conozcamos los síntomas. Normalmente, si sufrimos un corte de digestión nuestro rostro adquirirá un tono pálido, igual que cuando nos mareamos.
Nuestro bienestar se verá alterado por dolor de estómago, náuseas y mareos. También es frecuente presentar escalofríos o hormigueo en manos y pies. La visión se presentará borrosa y puede que nos piten los oídos. En el peor de los casos, se puede perder el conocimiento.
Si creemos que nosotros mismos o alguien con quien estamos presenta estos síntomas, lo más recomendable es que salgamos urgentemente del agua y avisemos a un médico. Si estamos en una playa, debemos avisar a los servicios de emergencia, tapar a la persona con una manta y poner sus piernas en alto. De este modo, estaremos evitando que le pueda dar una lipotimia.