Numerosas plazas centrales en las ciudades españolas están ocupadas por “indignados del 15M”, que han instalado chabolas para formar una moderna corte de los milagros permitida por el candidato Rubalcaba, que no los desalojó cuando lo ordenó la Junta Electoral.
Barrios de chabolas en medio de las poblaciones. Quizás las retiren este domingo. Pero lo hizo la policía en Barcelona y volvieron a montarlas, puesto que la expulsión, según la Generalidad, sólo trataba de higienizar la Plaza de Cataluña.
Los indignados actúan como piqueteros que arruinan lo que les rodea, según los comerciantes. Parece cierto: han expulsado al ocupar su espacio a las minorías tribales este-europeas que por allí campaban, que no acampaban, extrayéndole la billetera a los caminantes.
Lo más revolucionario sería traerse a esas tribus de marginados, que al anochecer se iban a sus insalubres chabolas fuera de las ciudades, para ponerlas a convivir con ellos y facilitarles la labor extractiva.
También deberían compartir con esa gente su comida: hay testigos en Madrid que han visto llegar a un parking cercano a la Puerta del Sol lujosos vehículos, algunos blindados, con ricas viandas para distintos ocupas de paupérrima apariencia.
Que repartan, sí, que nacionalicen sus jamones ibéricos, y que los donen a esas tribus de ladrones cuyos robos son un trabajo más honesto que el de los banqueros, que en muchos casos son los papás de los indignados.
Los coches de sus padres, algunos importantes capitalistas y políticos, deberían servir para traer las chabolas de los carteristas, instaladas entre ratas y detritus, y plantarlas en las plazas.
Los rateros son los habitantes naturales de las cortes de los milagros. Junto a los piqueteros, que ahora sólo son góticos, punks, redskin y perriflautas, harían más vivas las plazas. Y Zapatero terminaría prometiendo pagarles el PER.
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SALAS. Antes del 15M y del 22M el artista ya había previsto hacia dónde iba el país. Lo interesante es que los ni-ni-nindignados no se manifestaron contra el gobierno, sino comtra "el sistema"
El artista y su familia son amantes de los vagabundos. Especialmente de los gatos vagabundos. Los recogen, los incorporan a su colonia gatuna, los educan para que lleguen a diputados y los visten para que tengan una apariencia más formal, al estilo Zapatero y sus velinas. Vea estos dos ejemplos:
Algún día llegarán a leonas de la Metro, como esta.