No es que fuera una de las películas de mi infancia, la había visto más de una vez pero mi recuerdo sobre ella era difuso. Por ese mismo motivo el hecho de que me haya gustado tanto después de verla en la actualidad hace que todavía tenga más mérito lo que consiguieron con ella. Con uno de los protagonistas más entrañables de la historia del cine, una dirección correcta y la buena sensación con la que te deja cuando acaba, esta comedia desenfadada nos transmite unos valores de igualdad y respeto por la vida que deberían copiar muchos de los estrenos de hoy en día, en los cuales prima el espectáculo vacío por encima del mensaje.
Mi puntuación: 7/10