Financiado en parte a través de la plataforma Kickstart, con aportaciones particulares, se trata del proyecto de fin de curso de su director para la la Escuela de Animación de la Universidad del Sur de California (USC), y ya ganó el premio de la Academia este año como trabajo universitario. Cuenta por tanto con ventaja respecto a otros cortometrajes menos conocidos. Se trata de una intensa historia en torno a un veterano de guerra que regresa a casa tras haberle sido amputados los dos brazos, y debe enfrentarse a los recuerdos del combate y adaptarse a su nueva nueva situación personal. Contada con inteligencia y con un sólido trabajo de ilustración a lápiz, el joven Devin Manney, de 22 años, consigue crear una historia emotiva que al mismo tiempo profundiza en la psicología de los excombatientes. En temática y ejecución, es uno de los cortos más logrados de este año.
Dear Basketball (Glen Keane, 2017)
En 2015, la estrella de baloncesto Kobe Bryant decidió retirarse del deporte activo, y lo hizo escribiendo un poema en el que refleja sus sentimientos frente a un deporte con el que soñó desde niño y que le ha dado las mayores satisfacciones. Este poema ha sido trasladado a imágenes por el veterano artista de la Disney Glen Keane, conocido am¡timador que ha trabajado en películas como La sirenita (Ron Clements, John Musker), La bella y la bestia (Gary Trousdale, Kirk Wise, 1991) o Pocahontas (Mike Gabriel, Eric Goldberg, 1995). En este sentido, el trabajo de animación, también realizado con trazos a lápiz, es perfecto y resulta emocionante con la voz de Kobe Bryant como narrador. También ayuda la excelente música compuesta nada menos que por John Williams, amigo personal del ex-jugador de baloncesto, y junto al que ha proyectado el cortometraje en algunos de sus conciertos. Sin duda se trata, junto a Lou (Dave Mullins, 2017), de uno de los cortometrajes favoritos para ganar el Oscar.
Fox and the whale (Robin Joseph, 2017)
Realizado con técnicas de dibujo a mano y animación por ordenador, este cortometraje ha sido realizado casi al completo por el director, Robin Joseph, que afronta su primer trabajo profesional, y su compañero de estudio Kim leo, que se encargó de los efectos CG. Es un hermoso cuento de ensoñación en el que acompañamos a un pequeño zorro en su descubrimiento del mundo y de paisajes casi abismales. El director, dibujante, editor y responsable de todos los fondos, consigue un poema visual de gran belleza, con diseños realmente elaborados y sorprendentes que componen un conjunto emocionante. Además ha contado con la ayuda del técnico de sonido Tim Nielsen, ganador de 4 Oscar (este año estuvo nominado por tres películas y finalmente ganó por la edición de sonido de Vaiana (Ron Clements, John Musker, 2016)), que finalmente se involucró desinteresadamente en el proyecto tras visionarlo. Es otro de los cortometrajes que cuenta con serias posibilidades de conseguir una nominación.
Garden party (Victor Caire, Gabriel Grapperon, 2017)
Si hay un cortometraje que puede hacerle sombra al poema animado de Kobe Bryant o la habitual producción de Pixar es este cortometraje francés que ha conseguido más de cuarenta premios en festivales internacionales, entre ellos el prestigioso Clermont-Ferrand y que en España se ha podido ver en el Festival de Cine Fantástico de San Sebastián. Realizado con técnicas de animación CG de un sorprendente realismo, acompaña a varios tipos de anfibios en el descubrimiento de sus más primarios instintos en una charca situada en una hermosa villa residencial. Comedia negra que condensa en 7 minutos una historia que se desarrolla en mitad de la escena de un crimen, y que le ha valido a sus autores el reconocimiento de la crítica y el público en numerosos encuentros cinematográficos. Para muchos, se trata del mejor cortometraje animado de este año, aunque no hemos tenido ocasión de poder visionarlo.
In a heartbeat (Esteban Bravo, Beth David, 2017)
Ha sido uno de los cortometrajes sorpresa de la temporada, no tanto por sus diseños y técnica de animación, en la línea de cualquier producción comercial, como por la repercusión que ha tenido esta historia que nació también como trabajo de graduación de sus dos jóvenes directores, el mexicano Esteban Bravo y la norteamericana Beth David, para el Ringling College of Art and Design de Florida. El guión refleja un flechazo que siente un niño por otro niño, y es esta trama de temática homosexual la que resulta singular en el mundo de la animación. Pero además está contada con sensibilidad y una buena técnica, tratándose de un trabajo realizado en su mayor parte por ambos directores, que consiguieron 14.000$ para la producción gracias a una campaña de recaudación en internet por la que tan solo pedían 3.000$. En su primera semana difundiéndose por la red, obtuvo 15 millones de reproducciones en YouTube, convirtiéndose en uno de los fenómenos virales del año.
Life Smartphone (Chenglin Xie, 2015)
Otro de los fenómenos virales de este año ha sido este cortometraje dirigido por el artista chino Chenglin Xie, que refleja con sentido del humor negro, negrísimo, la mala influencia de la tecnología de la comunicación en nuestros días. Se trata de una serie de sketches en torno al uso excesivo de los móviles y la mensajería, a través de pequeñas historias, en algunos casos con resultados sangrientos, que no se queda en la superficie, sino que plantea una interesante reflexión sobre cómo nos afecta este uso indiscriminado a nuestra vida cotidiana. Premiado por la Academia Central de Bellas Artes de Pekín, ha obtenido solo en China más de 30 millones de reproducciones en internet, está realizado con un exquisito diseño y una animación simple pero efectiva, más cercana a producciones japonesas en cuanto al dibujo y los fondos.
Lost Property Office (Daniel Agdag, 2017)
Esta producción australiana es uno de los más bellos cortometrajes de animación estrenados este año. La historia se centra en una Oficina de Objetos perdidos en la que trabaja un aburrido funcionario que, por la noche, tras finalizar su trabajo, descubre un mundo singular y sorprendente. Realizado con técnicas de animación frame to frame, todos los diseños fueron realizados por el director durante más de un año y medio utilizando exclusivamente hojas de cartón reciclado. Ese color sepia del cartón le da una estética singular al cortometraje, además de contar con un meticuloso trabajo de recreación de cada uno de los rincones de esta oscura oficina, que llega a tener más de 1200 escenarios diferentes, muchos de ellos superpuestos. Se trata, por tanto, de un excelente trabajo de animación que merecería encontrarse entre los finalistas al Oscar.
Lou (Dave Mullins, 2017)
Como no podía ser menos, este es el cortometraje que presenta Pixar este año, uno de los favoritos para conseguir no solo la nominación sino también el Oscar. Se trata del cortometraje que se puede ver antes de la proyección de Cars 3 (Brian Fee, 2017) y trata el espinoso tema del bullying en la escuela, pero a través de una amable historia de reconciliación. Técnica y argumentalmente no se le puede reprochar gran cosa a este cortometraje, realizado por uno de los artistas de Pixar, Dave Mullins, que ha trabajado en la mayor parte de las películas de la productora. Las recientes alegaciones por abuso sexual contra John Lasseter, que le obligaron este año a dimitir como principal responsable de Pixar, pueden jugar en contra de un posible Oscar, pero parece claro que podría ser uno de los cinco nominados, aunque realmente no se trata de uno de los cortometrajes más novedosos y arriesgados de la productora.
Negative Space (Ru Kuwahata, Max Porter, 2017)
Presentada en más de 80 festivales de cine internacionales y ganadora de 25 premios destacados, como el Gran Premio en ZINEBI, el Festival Internacional de Documentales y Cortometrajes de Bilbao, esta producción francesa es también un trabajo minucioso de stop-motion que nos presenta una historia adaptada de un poema de Ron Koertge en la que un niño trata de conectar con su padre aprendiendo a hacer las maletas para los numerosos viajes que realiza. La historia tiene también algo de autobiográfico por parte de la co-directora Ru Kuwahata, cuya padre era piloto de aviones. Aunque la pareja de cineastas reside en Baltimore, el cortometraje está realizado en Francia, aunque se ha mantenido el diálogo en inglés para respetar las palabras originales del poema. Sin duda se trata de una de las propuestas más interesantes de la temporada, que conecta emocionalmente con el espectador, lo que puede darle buenas posibilidades de cara a las nominaciones.
Revolting Rhymes (Jan Lachauer, Jakob Schuch, 2016)
Otro cortometraje basado en un poema, en este caso los Cuentos en verso para niños perversos (Alfaguara, 2008), título de la edición española de Revolting Rhymes, escrito por Roald Dahl. Se trata de una producción de la BBC que en realidad es una miniserie de dos episodios de media hora de duración que se ha presentado como candidata en formato de cortometraje. Realizado con la pulcritud y el encanto que suelen tener las producciones británicas para niños, su estética le debe mucho a las propias ilustraciones realizadas por Quentin Blake para el libro original, una especie de reinterpretación de los cuentos clásicos que se convirtió en una de las obras más leídas del autor británico. Ya sea en su formato para televisión o vista al completo, es una delicia ver esta traslación llevada a la pantalla con el mimo con el que está hecha, y aunque no tenga grandes posibilidades de cara al Oscar, sería agradable verla al menos entre las nominadas.