Con la caja básica de la banda y una conversión de corta/pega para tener 3 lanceros y un portador de familiar consigues 1000 puntitos justos, ya para subir puntos en campaña habrá que comprar otra caja, o meter algún mercenario, aunque no sé qué aliado le pega más a estos cuervos.
La Shadow Piercer, líder de la banda, tremenda figura con una pose chulísima. Tuve que pegar el ala del cuervo al tótem de la espalda para darle más estabilidad al pajarete (se apoya en un tobillo de un milímetro de ancho).
El Shrike Talon, campeón del grupo, un guerrero brutal, especialista en caer desde las alturas y destrozar a sus enemigos. Es por ello que el efecto de la salpicadura de sangre se lo hice desde abajo, como si hubiese utilizado los pies para atacar.
Los Spire Stalkers, capaces en escalar muros sin ningún esfuerzo, perfectos para pegar un susto, tanto por caer encima de las minis enemigas como de los objetivos más recónditos.
Las "plumas trofeo" las pinté con genestealer, azul eléctrico y Gauss Green, consiguiendo un efecto iridiscente que me gusta mucho. En general intenté pintar esos acólitos pensando en que, viniendo del reino de las sombras, las cosas que llamarían su atención serían de colores muy extraños.
Los Cabalistas son la tropa básica de banda y vienen en sabores distintos. El primero es el que lleva el familiar, capaz de lanzarlo a un enemigo y evitar que pueda destrabarse del combate cuerpo a cuerpo (esta habilidad la tiene también la líder), por otro lado es el más débil en combate de los diferentes cabalistas.
Tienes también el cabalista vainilla, algo más fuerte que el del familiar, pero sin la capacidad de lanzar a un cuervetes a los ojos del enemigo.
Y por último mi favorito, el cabalista con lanza. Dado que la tropa básica de esta banda tiene 8 heridas de nada, el poder pegar un picotazo desde 2" me parece muy útil, además de pegar críticos más fuertes que el resto de cabalistas.
Probé un sistema que me chivaron sobre cómo hacer salpicones de sangre, mojar un pincel viejo con efecto sangre, acercar el pincel al punto a salpicar, y con el aerógrafo sin cargar ninguna pintura ¡puf! Soplido al canto y salpicón de sangre chulísimo. Eso sí, hay que enmascarar algo el resto de la mini para que no acabe manchada de sangre de pies a cabeza.
En definitiva, una panda que me encantó pintar (quién sabe si me decidiré a pintar más o a algún mercenario como refuerzos), en la que probé cosicas nuevas, como el craquelado del suelo, ciertos inventos con los lavados (que no me acabaron de convencer XD) y el efecto sangre.
¡Saludos y seguid pintando!
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