Aquí, señor, a lunes, en el mes de marzo, la luna llena, oliéndose en el aire que el gallo iba a decir la hora, a cantar al alba, como suele, el duende que me entretenía con estas no sé aún si verdades o imaginaciones dijo que ya era tarde, le entró la prisa y, mientras buscaba el estribo para montar su caballito del aire, se justificó:
- Que no corren tiempos para crónicas de más de quince páginas, y aun esto es mucho.
Y:
- No te extiendas, mira que la lectura, hoy por hoy, es cosa de raros. Lo justo es ser breve y esperar a que escampe.
Por no dejar el trabajo sin remate, y como aún nos sobraba un minuto, se apuró a resumir y lo hizo en dos brochazos.
***
¿En dos brochazos? Sean raros y lean a Juan Farias. Este fragmento es del bellísimo Ronda de suspiros, en el que se nos cuentan de los amores de un puñado de habitantes de La Puebla. Acérquense a su biblioteca más cercana y prueben con alguno de sus libros. Los encontrarán en la sección infantil, pero sé que a estas alturas eso no resultará ningún problema para ustedes...