El síndrome de Ondina o más comúnmente conocido como apnea del sueño se caracteriza por múltiples paradas respiratorias durante el sueño que generalmente van asociadas a ronquidos y a una excesiva somnolencia durante el día.
Se distinguen tres tipos de apnea:
a) La central: se caracteriza por la parada del flujo aéreo provocada por la pérdida de esfuerzo respiratorio.
b) La obstructiva: se caracteriza por la parada del flujo aéreo, a pesar de un esfuerzo respiratorio persistente.
c) La mixta: se caracteriza por una fase central seguida de otra obstructiva.
Las más predominantes son las dos primeras y se repiten varias veces durante la noche acompañadas de un leve despertar que duran unos 30 segundos.
Este síndrome es una de las causas más importantes de somnolencia y sólo es superado por la narcolepsia.
Otra manifestación clínica asociada a este síndrome es la dificultad para ser despertados por la noche e incluso a veces las personas que la padecen no reaccionan antes estímulos dolorosos. La enuresis nocturna y la cefalea matinal suelen aparecer asociadas también a este síndrome.
Es muy difícil que los médicos logren diagnosticar este problema durante las revisiones rutinarias y esto supone un gran riesgo para quién lo padece pues si no es tratado este síndrome puede aumentar las posibilidades de sufrir ataques cardíacos, diabetes, insuficiencia cardíaca o arritmias entre otras cosas.
Afortunadamente hoy contamos con algunas técnicas que pueden ayudarnos ante este síndrome puesto que ya hay una técnica quirúrgica, cuya operación consiste en adelantar el maxilar superior y la mandíbula para conseguir curar la apnea del sueño al menos al 90% de las personas que se operan. Se está aplicando en la Clínica Universitaria de Navarra, y se realiza haciendo unos cortes en el hueso y fijándolos, una vez se han adelantado, mediante miniplacas de titanio.