Cosas de Kabila

Este entrada quiere ser un homenaje a todos los que entráis aquí. En vuestra casa. Kabila ha llegado  a las 1500 entradas, –concretamente ésta es la 1503 -- en los tres años y un poco de vida que tiene.

Hemos hablado de política sobre todo, local, nacional, internacional. Hemos jugado a la literatura o a los personajes los domingos. Hemos comentado experiencias.  Nos hemos reído los viernes. Hemos jugado a los personajes y los libros. Os he contado cosas que ocurren en Rivas. Nos ha preocupado la solidaridad y la justicia. Entre todos hemos llegado hasta aquí.

Hoy Kabila se ha hecho mayor, pero sigue con espíritu juvenil. Con ganas de lucha contra los que pretenden imponernos su estilo de vida y juegan con ventaja.

Ya quisiéramos haber conseguido cambiar algo de este mundo. Pero no vamos a cejar en el empeño y vamos a seguir en la brecha, con nuestra arma: la palabra.

Hemos conseguido cosas importantes, por ejemplo sin ir más lejos este mes hemos alcanzado el número cinco de la clasificación de blogs políticos de Wikio. También este mes somos un poco protagonista en la Revista Rivas al día, donde como cabeza visible de Kabila me han mencionado como bloguero de Rivas (él artículo está entre las páginas siete y doce). Hemos aguantado el tirón, que no es poco. Hemos caminado juntos unos cuantos kilómetros, aunque aún queda carretera por delante. Lo que el cuerpo nos aguante.

Seguramente, mis ocupaciones inmediatas harán que baje un poco el ritmo de entradas, y de visitas y comentarios en vuestros blogs (me ha dado por matricularme en un curso universitario de seis meses; es lo que tiene estar en la edad), pero aquí seguiré, al menos esa es la intención.

Así es que vamos a continuar dando guerra, a los que pretenden amargarnos la existencia. Con ironía, con sarcasmo, con mala leche, como podamos. Todo menos ceder ante estos impostores.

¿Que por qué hablo en primera persona del plural? Pues no, no es un plural mayestático. Simplemente es que hablo junto a vosotros, con vosotros. Porque Kabila somos todos, o al menos eso pretendo. Y porque es con vosotros con los que cuento para seguir adelante, en ésta, vuestra casa.

Salud y República