Revista Cine
La crisis de los cuarenta de mucho juego como tema de películas, y esta empieza muy bien, con un actor en la flor de la edad y una vida que muchos envidiarían que empieza a sentirse insatisfecho al notar que se acerca a su madurez. En un juego autoirónico, la pareja protagonista, Guillaume Canet y Marion Cotillard, hacen de una versión cinematográfica de sí mismos, y muchos de los recursos a los que se aferra Canet son fácilmente reconocibles en personajes públicos en esta franja de edad. Lamentablemente, lo que en la primera hora es divertido por lo certero, se va convirtiendo en desafortunado conforme la acción se alarga, hasta un final grotesco poco satisfactorio.Puntuación @cineEnCines: 5/10