Estaba diagnosticado de demencia frontotemporal. Al final de su vida, tras llevar varios años sin ver ni hablar con su hijo, casi agonizando, pidió que le llamaran: quería verle. Supimos que sabía que se estaba muriendo porque nunca había preguntado por él...
Su hijo vino de muy lejos. Me dijo que aunque le hablaba, no le conocía. Pero yo creo que sí: murió al día siguiente muy tranquilo.
