En el Centro Residencial en que tengo la suerte de trabajar se está llevando a cabo con los ancianos un programa de estimulación cognitiva, funcional y social. Y se hace gracias al empeño de personas volcadas con su trabajo y comprometidas con los beneficiarios. Desde la Administración, desde "los de arriba", desde "Mérida", no siempre se promueven o facilitan estas pequeñas cosas del día a día, porque aparentemente no son visibles en los medios de comunicación. Pero gracias al trabajo de la Dirección del Centro, el Coordinador Sociosanitario, la Psicóloga, la Animadora Sociocultural, la Fisioterapeuta y las Auxiliares de Enfermería implicadas, de un modo muy modesto, natural y lógico, sin alardes, pero muy inteligentemente, el programa cumple ya 1 año de andadura formal. Y como me siento muy orgullosa de formar parte del mismo, aunque sea de soslayo, pues he aquí mi homenaje y mi granito de arena para su difusión.
Resumiendo muy mucho, el programa parte de las valoraciones psicológica, funcional, social y médica de los ancianos beneficiarios, lo que permite distribuirlos en grupos donde las auxiliares de enfermería trabajan con ellos distintas funciones cognitivas según las indicaciones de la psicóloga y la animadora sociocultural. Algunas de las áreas trabajadas son:
* a través de una asamblea diaria de bienvenida y grupos de conversación en torno a las noticias de la prensa: orientación temporal, espacial y personal;
* problemas numéricos para el razonamiento y el cálculo;
* actividades de lectoescritura para trabajar la expresión y comprensión del lenguaje;
* ejercicios de memoria;
* actividades de concentración;
* trabajos manuales para las praxias;
etc.
Además, la fisioterapeuta realiza diariamente sesiones de gerontogimnasia, ayudándose de pelotas, picas y otros instrumentos para amenizar y estimular el mayor número posible de grupos musculares.
Semanalmente se realizan actividades socializadoras: fiestas de cumpleaños, musicoterapia, sesión de cine, intercambios con otros Centros y Hogares de Mayores, excursiones...
A "final de curso" se entrega a las familias un dossier con los trabajos realizados por sus mayores en una fiesta-reunión entre los trabajadores del Centro y las familias (aunque las actividades continúan en verano).
Los resultados: espectaculares en cuanto a satisfacción (de los ancianos y los trabajadores), esfuerzo (debemos tener en cuenta que muchos ancianos no fueron nunca al colegio), motivación, recuperación de algunas funciones anquilosadas, autoestima, realización personal... Una anciana lo resumió perfectamente:
"Yo no me pude imaginar que podría volver a pensar de esta manera, hacer cuentas, escribir y a hacer todas las cosas que ahora mismo estoy haciendo y que creía perdidas. Me siento útil."
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