Portada del libro "Cándida" George Bernard Shaw
“Tiempo Perdido” es el título de una obra de Eduardo Wilde a quien un curioso lector le preguntó por qué razón le había puesto semejante nombre, al tratarse de una obra en el cual el autor había realizado una recopilación de sus ensayos- El célebre humorista le respondió: Para que mis lectores sepan de antemano a qué atenerse. -Espíritus en la bolsa Un tribunal neoyorkino prohibió a Frederick Goldsmith la publicación de un boletín financiero, destinado a los especuladores de Wall Street. El boletín era bastante eficiente, tal vez más que los otros en circulación, pero en realidad lo que motivó su suspensión fue el origen de los datos suministrados. Goldsmith informó que los mismos le eran suministrados por espíritus de famosos hombres de finanzas ya desaparecidos con los cuales él se comunicaba. Al Tribunal le pareció que utilizar estas fuentes era un recurso “demasiado desleal” Materia prima Al comienzo del reinado de Nicolás I de Rusia, varios conspiradores entre los que se hallaba el poeta Ryleiev, fueron condenados a morir en la horca. Ryleiev fue el primero que condujeron al cadalso; en el momento en que el verdugo, después de haberle colocado la soga al cuello lo izaba para luego lanzarlo al vacío, la cuerda se cortó y el reo cayó sobre la plataforma atontado. -Nada se sabe hacer en Rusia dijo el condenado reponiéndose del porrazo, ni siquiera una cuerda. Como en casos de accidentes semejantes el soberano concedía el indulto, se mandó enseguida un emisario la Palacio de Invierno donde se encontraba el zar para conocer su voluntad. -Qué es lo que dijo? preguntó el zar. Él ha dicho que en Rusia no se sabe ni siquiera hacer una cuerda. -Muy bien, que se le demuestre lo contrario respondió Nicolás y así fue como en un segundo intento Ryleiev murió ahorcado. Se dan cuenta porque aquello de “el silencio es salud” es verdad.. Bernard y Cornelia Cuando Cornelia Otis Skinner inauguró una temporada teatral con la reposición de “Cándida” de Shaw , recibió del gran escritor una esquela en la que le decía: “Excelente, sublime” La actriz abrumada por esos elogios y llena de reconocimiento le envió de inmediato una respuesta: ” Inmerecido tamaño elogio” A las pocas horas llega otro mensaje de Shaw muy escueto “ Yo me refería a la obra” Cornelia no le dejó mucho tiempo para regodearse con su respuesta; mandó también una respuesta breve “También yo”