Hosein Heyradi, profesor de Historia Contemporánea de España, visitante en Madrid y exiliado en Londres, afirma que algunos obispos le recuerdan atenuadamente a los mulás, maestros de la sharía de su país. Para demostrarlo, disecciona la información de un solo día:
El obispo Gea Escolano, de la diócesis Mondoñedo-Ferrol, habla de todo, incluida la medicina, y diagnostica como enfermo grave al cura que se declaró públicamente homosexual.
Si así fuera, muchas diócesis, como la de Boston, EEUU, estarían mayoritariamente regidas por enfermos: “Solo allí descubrieron hasta ahora a unos 80 sacerdotes pederastas. Trasladen la estadística al resto del mundo. Aunque, ciertamente, hay un porcentaje bastante mayor de mulás que también lo son”.
Otro ejemplo del día: el secretario de la Conferencia Episcopal española, Juan José Asenjo. Dijo que la entrega de una niña marroquí a un futuro marido a cambio de una dote es una “flagrante violación de los derechos humanos”.
“Es cierto. Pero olvida las Misiones que el catolicismo sigue haciendo en muchos países para recolectar niños y hacerlos sacerdotes y monjas. A los padres pobres también les paga dotes".
"Bastantes obispos, incluso españoles, fueron entregados a esas Misiones y todos siguen rechazando que la mujer dirija el culto, como el islán”, continúa Heyradi.
“Y propician sangrientas ceremonias populares, como las crucifixiones en Filipinas o los "Picaos" en San Vicente de la Sonsierra (La Rioja). Deben criticarse las malas tradiciones ajenas, pero hay que hacerlo igual con las propias”, afirma.
Nueva observación: “El presidente de la Conferencia Episcopal, Rouco Varela, pide que la futura Constitución europea reconozca el cristianismo como religión dominante y que su enseñanza sea obligatoria en las escuelas: lo mismo que hicieron los ayatolás en países como Irán”.