Otoño es tiempo de cambios.
Yo siempre digo que los cambios no son buenos ni malos.
Solo son.
A veces se dan porque en esta vida queremos ser un poco inconformistas y creemos que así alcanzaremos las cimas más altas.
Otras veces se dan porque nunca queremos dejar de sorprendernos y, por desgracia, en la rutina es difícil encontrar la sorpresa.
Me gusta mucho el otoño.
A pesar del cambio.
Y gracias al cambio.
Quiero el aire frío en mi cara por las mañanas para despertar.
Que se acabe el letargo.
Que empiece la vida.
Que sean el otoño
Y la soledad.