Ya lo escribí en 2011, pero este año tengo las mismas sensaciones.
Las carreteras españolas necesitan muchas más gasolineras de las que hay.
Por alguna razón, que no son los intereses de conductores y viajeros, puedes
conducir muchísimos kilómetros sin encontrar una en el lateral de servicio de la via principal, salvo que salgas de la ruta
hacia algún pueblo fuera de la carretera general a veces desplanzándote hasta kilómetros, lo cual genera problemas de
mayor gasto de tiempo, de cambio de ritmo en la conducción al cambiar de
carreteras, y de aumentos de confusión para entrar y salir de la general, por
tanto aumentan los riesgos.
La campaña de la DGT que promueve descansar cada dos horas no tiene sentido si
no hay lugares adecuados para ello, y no lo son secarrales sin sombra alguna en
los que no puedes asearte ni entrar al w.c., al margen de la seguridad. Y esto
ocurre en todas las carreteras generales, están faltas de un punto de atención,
de descanso, de seguridad, de referencia, como puede ser una estación de
servicio no necesariamente de una gran compañía.
España necesita plantar 100 millones de árboles
España es un país semidesértico en gran parte de su territorio, necesitado
de muchos árboles, rápidamente, que frenen la subida del desierto del Sahara,
que pongan freno al desgaste de las tierras, que ayuden a sostenernos algo
mejor en la lucha contra el cambio climático. Supongo que saben ustedes que la
producción de vino está subiendo a los países del norte de Europa, cada año,
desde el Reino Unido a los nórdicos Finlandia o Noruega, están produciendo buen
vino y empiezan a hacerlo a gran escala. Hasta hace poco, era un privilegio del
Mediterráneo.
Si algún lector pensó que la cifra de 100 millones de árboles son muchos, le
invito a reflexionar sobre unos pocos números. En España hay redondeando, 8.100
municipios, si se destinaran 12.000 árboles a cada uno de ellos llegaríamos a
los 100 millones. Hay municipios por la inmensa península que carecen de
sombras y necesitarían en los núcleos de población, plazas y accesos unos
cuantos cientos miles de ellos. Cuencas y riberas de los ríos pueden plantarse
otros cuantos decenas de miles. Caminos, zonas de descanso de carreteras, zonas
industriales, montañas y páramos necesitarían decenas de miles. Unas cuantas
decenas de miles de ellos son necesarios desde hace mucho tiempo en las zonas
de descanso de las grandes carreteras española, tengan o no gasolineras.
En cada viaje por carretera a cualquier punto de España, fíjense bien y podrán
ver enormes extensiones de tierras sin un solo árbol. Las Castillas son enormes
extensiones semidesérticas. Hay sitio para cientos de millones. Sin tocar las
tierras aradas, vean la cantidad de caminos de labranza o de pasos de pueblitos
sin una sola sombra, miles de árboles podrían orillarlos. Alrededor de las
casas de labranza, en los alrededores de los pueblos, en zonas industriales…
Taludes de las carreteras aceptarían centenares de miles, zonas montañosas
abiertas para las autopistas, puentes y cambios de rasantes sin sombras les
vendría bien para sujetar suelos unas cuantas decenas de miles. Piensen ustedes
cuando vean un árbol triste y solitario al fondo, al pasar con el coche, que
allí mismo cabrían 20 por lo menos, donde vean 40 pueden convivir 400. No se
olviden de montañas barridas por incendios o no, sin fronda, o colinas y
repechos semidesérticas.
Su cometido ya lo saben. Limpiar el aire, apoyar las sombras para reducir algo
el calor de los mortales reduciendo la producción de frio por medio de generar
calor y gastar energía con aires acondicionados, asentar suelos y humedades,
generar o contribuir a mantener ecosistemas,(los ecosistemas nos
mantienen/mantenemos mutuamente) provocar transpiración, mejorar la estética
visual, elevar un punto o más, la calidad de vida. Por descontado, lo citado
tiene una vertiente económica indirecta, pero también tienen un componente directo,
tanto en producción de las especies, como en la reforestación, incluso algunos
pueden utilizarse industrial o agrícolamente.
Total, una tontería. Pero, en serio viajen ustedes a cualquier parte y
miren por las ventanillas la enorme desolación y dureza del paisaje. Y el
desierto subiendo cada año.Y los incendios.