Cuando María llega al instituto, todo el mundo conoce su historia: su madre se encuentra en coma en el hospital tras recibir una brutal paliza. Pero el pasado oscuro que acompaña a María no logra ensombrecer su paso y, en poco tiempo, se convierte en el centro de todos los círculos. Sus sonrisas y ocurrencias la hacen brillar entre la multitud.
Ignasi lleva años en el mismo instituto y si algo lo define es su capacidad para pasar desapercibido. Nadie repara en él, salvo sus dos amigos de toda la vida. El silencio es su escondite y lo conoce muy bien. Por eso enseguida se da cuenta de que, tras las risas y cumplidos de María, hay alguien que calla un secreto.
Cuando los caminos de María e Ignasi se cruzan, sus vidas se complican. Y es que, si te une el silencio, el equilibrio se rompe cuando se empieza a oír la verdad..
Clara Cortes es una autora española que creo recordar, que el año pasado gano el premio Caixa/Plataforma con “Al final de la calle 118”. Libro que no conseguí terminar. Cuando vi que publicaba nuevo libro con P lataforma Neo, vi el título y vi la portada me llamo la atención. Decidí no leer la sinopsis para no hacerme expectativas de nada y no ir con prejuicios. Y esta novela si que he conseguido terminarla.
Suena raro para mi escribir estas palabras, porque para mi conseguir leerme libro es algo extraño. Normalmente si un libro no consigue llenarme o no consigo empatizar con los personajes, suelo dejarlo a medias. No soy una persona que se obligue a terminar una novela si no le intriga la trama. Y mucho menos si no conecta con los personajes o no empatiza con ellos. Con su primera novela ya descubrí que Clara Cortes tiene algo especial. Tiene una manera especial de contar las cosas, un estilo diferente, sencillo, nada extranbótico, ni florido ni llamativo pero si especial. Un estilo con el que tienes que conectar porque esta claro que no esta tanto la trama que te cuenta sino como esta contado.
Cuando sucede esto con un escritor al lector le pueden pasar dos cosas, o conecta o no conecta con la prosa, con la narrativa del escritor. Si no conecta, no tiene nada que hacer. Siempre he creío que existen gustos para todo, no todo lo que se escribe tiene por que gustarnos y viceversa. No puedo decir que la prosa de Clara Cortes no me guste, me gusta lo que escribe pero no es para mí. Escribe muy bien pero no he conseguido conectar ni con su prosa, ni con su estilo ni con lo que trata de contarnos en su novela. Por eso digo que “Cosas que escribiste sobre el fuego” he conseguido acabarla, porque leerla ha supuesto una experiencia. Aunque no puedo negar que la autora escribe muy bien, su estilo no es para mí y desde luego las tramas de sus novelas tampoco.
Esta novela es historia sobre Ignasi y María, dos personas que conectan cuando se conocen en el instituto. Ignasi es un personaje que no llama la atención ni lo pretende, esta bien así y María es alguien que llama la atención por algo ocurrido en su vida, parece sentirse cómoca con ser el centro de atención. Sin embargo, Ignasi parece darse cuenta de lo que hay detrás de lo superficial. Es un resumen bastante pobre de lo que sucede, porque hay más trasfondo pero en ningún momento, mientras pasaba las páginas he conectado con estos dos personajes. Tenía la sensación de que todo era una sucesión de hechos cotidianos donde no pasaba nada y pasaba algo que como lectora no era capaz de ver. Hay un aparente vacio de trama, donde parece que no pasa nada.
Quizás no era el mejor momento para leer esta novela. O quizás como bien se puede entender de esta reseña, los libros de Clara Cortes no son para mí. No creo que la novela sea mala, en absoluto. Simplemente creo que cada autor tiene su público y cada lector su estilo y su género. Lamentablemente, este libro para mi, y digo lamentablemnte porque fui yo quien se lo solicito a la editorial. Tenía muchas ganas de conectar con la prosa de la novela, le quería dar una segunda oportunidad.
Agradezco enormemente el envio del ejemplar a la editorial, le deseo muchos éxitos a la autora Clara Cortes y animo a los lectores a que le den una oportunidad a la novela. Que este libro no haya sido para mí, o no haya sido todo lo que esperaba no significa que no este esperando a otros lectores. Denle una oportunidad.