Parafraseando a la magnífica película, “Cosas que hacer en Denver…” parece que en Andalucía la política está muerta ante la situación de desempleo, seguimos sin respuestas a la mayor tasa de parados de la historia, y en período pre-electoral echo de menos un gran debate sobre soluciones a esta situación crítica.
No es justo para los andaluces la autocomplacencia de nuestros gobernantes, que ante una situación grave y estructural solo tienen recetas coyunturales que copian una y otra vez con el único objetivo de maquillar las listas de desempleados.
Sin entrar a valorar las consecuencias de la Reforma Laboral: despidos más baratos, cambios funcionales y geográficos, acuerdos laborales fuera de la negociación colectiva… la realidad es que también se hace necesario un cambio en las Políticas Activas de Empleo.
En Andalucía estamos en el 23%??? de tasa de paro y en Grecia que parece que va a quebrar solo llegan al 13% y en el resto de Europa al 9%.
Independientemente del vértigo de las cifras, hay que ir a la raiz del problema.
Un gobierno anterior cambió las prestaciones y hay que elegir entre distintos períodos para calcular la prestación. Pero en vez de cambiar esta situación se ofrecen parches de 400 y picos de euros por distintas circunstancias.
Pero luego nos encontramos que personas que cobran esas prestaciones o la ayuda familiar rechazan trabajos para no perderlas porque con esa cantidad al menos pagan la hipoteca o el alquiler.
A los políticos responsables de las políticas activas de empleo se les olvida que son eso…ACTIVAS no PASIVAS. Que no se trata de pagar por hacer cursos, que hay que facilitar las condiciones para que las empresas generen empleo, porque son las empresas las que contratan.
Sugerencias muchas:
1) Que el cálculo de la prestación sea por los períodos reales de trabajo, y que la incorporación al empleo suponga un paréntesis y no se pierda esos períodos.
2) Que los programas de formación y empleo sean más cortos y no remunerados, en vez de certificados de profesionalidad completos desarrollar modulos de competencias.
3) Que la retribución de los participantes en programas de formación y empleo sea menor, esos 400 y pico de la ayuda familiar por ejemplo, para que quienes participen lo hagan motivados por la ocupación y no por el sueldo.
4) Que todo el ahorro en parches para formación y de menor retribución de formación y empleo se invierta en las cotizaciones de seguridad social de las empresas para que contraten a los participantes en estos programas.
5) Que al igual que hay convenios internacionales con determinados paises en los que a sus ciudadanos se les exime de pagar impuestos durante 5 años, se haga una política similar con las empresas que creen empleo.
6) Cambiar la mentalidad subvencionara a las empresas y ofrecer urgentemente el acceso a financiación ventajosa en función del número de empleos que se creen con la inversión a realizar.
Y podemos seguir… seguro que todos tenemos ideas y sugerencias y ahora es el momento de hacerla llegar a todos los partidos políticos ya que parece que solo tienen viejas ideas para viejos problemas.