La de cosas que hemos dejado atrás con esta aventura que es la maternidad, ahora se me vienen a la cabeza estas;
1. Los bolsos monos. A mi me encantaban los bolsos y los tenía de muchas clases y tamaños a cada cual más bonito, pues ahora están todos en una gran caja en el altillo de algún armario, y han sido sustituido por las maravillosas "mochilas" para madres en las que llevo de todo para la Mollete, vamos que es una mochila sin fondo, me permite llevar las manos libres para estar dispuesta a cualquier emergencia y problema que surja, ya sea agua, galletas, toallitas, una muda completa eco, ect..
2. Los collares largos. Cuando veo en los escaparates esos bonitos collares largos salgo corriendo ya que con la Mollete es imposible porque al final siempre toca manotazo y collar roto por los suelos, a si que los que tengo los tengo guardando esperando al día que pueda volver a usarlos, yo mantengo la esperanza.
3. Ir bien peinada. Yo ya me conformo simplemente con lavarme el pelo a si que el "plancharmelo" se ha convertido en una utopía. Mi madre me regaló una plancha hace un par de años y la he usado un día, porque cada vez que me pongo pasa algo que me quedo a medias a si que ya paso. Lo de la intimidad en el cuarto de baño ha pasado a mejor vida.
4. Tener la casa ordenada. Se acabó el tener el hogar como las fotos que salen en las revistas de decoración, ahora muchas veces parece que por el salón ha pasado un tsunami y de los grandes...no comento nada más.
El salón después de una tarde de juegos
5. Ir al cine. Nosotros íbamos al cine mucho y ahora vamos cada seis meses y hemos cambiado la sesión golfa por el pase de las 18:00, porque ya lo de menos es la película, es simplemente disfrutar de un momento de relajación sin tener al Mollete por el medio.
6. Los domingo de resaca. Pues si, yo recuerdo esos de domingos de "perrero" en el sofá comiendo pizza y comentando las batallitas de la noche anterior. Ahora cualquiera sale por la noche, porque a la mañana siguiente tenemos a la Mollete a las 8:00 diciendo que ya hay que levantarse y "taladrando" el oído con sus gritos, a si que yo ya eso de salir es que directamente paso, no me merece la pena el sufrimiento del día siguiente con la recasa en pié contando las horas para que el día pase y la Mollete se acueste.
Estas son unas cuantas que se me han ocurrido, pero seguro que hay más, que tres años de maternidad dan para mucho, ya iré añadiendo....