En primer lugar, trabajar. Pocas vacaciones voy a tener. Bueno, voy a tener las que me corresponden pero este año no toca viajes ni nada. En casa, a ahorrar y callar. Como una niña buena.
En segundo lugar, leer. Vivo sin vivir en mí desde que decidí empezar 'El jilguero'. Un reportaje en la tele sobre la restauración del museo de La Haya donde se exhibe 'La joven de la perla', en el que también se guarda 'El jilguero' de Fabritius, y la mención de un libro que, basado en este último cuadro, había ganado el Pulitzer, encendió mi cabecita loca lectora. Y aquí estamos, por algo más de la mitad, sin resuello, sin vida, sin nada. De hecho, he tenido que autoimponerme un parón de 24 horas porque se me iba de las manos. Tal cual.
En tercer lugar, ver series. Bueno, ver 'The west wing' en ese tiempo en el que me obligo a soltar la lectura. Y pensar que yo quiero hacer eso, así. Pero cómo. En este país. En fin.
Porque también ocupan mis días, como siempre, pero más que nunca, las quejas. Así, en general. Más que nunca porque a una de las personas más válidas que conozco, si no la más, le dijeron el otro día que sus diez años de experiencia laboral y su impecable curriculum eran obstáculos para encontrar trabajo en la España de 2014. Que habrá bajado el paro, sí, pero entre los camareros y demás proletarios no cualificados. En las zonas altas -y perdón si suena elitista- si eres mujer y estás en edad fértil, lo llevas crudo para encontrar trabajo, aunque tu curriculum sea el mejor que hayan visto en eones. Lo que buscan son jóvenes ambiciosos con ganas de dejarse el pellejo por la empresa, esto es, muchachos sin responsabilidades a los que explotar y exprimir a cambio de un sueldo de miseria. Porque ya el prestigio que ganas al trabajar aquí es suficiente pago, claro. Y esas cosas.
Así que volvemos al tema emigración y para qué os voy a contar más.
A mí no me ha quedado tan verde....hum...
Bueno, y por darle un toque frivolón a la entrada, hoy también me he entretenido adorando mi paquete de iHerb. Que ya ha llegado. Yo me postro ante esta página y sus productos. Mucho. Esa pasta de dientes hecha en la India que es la mejor que he probado nunca, esa crema de manos de miel, esas mascarillas que no me las quiero aplicar, solo mirarlas ad eternum... Y ese té verde matcha, que por fin he podido pedirme (llevaban sin existencias meses). Un té muy peculiar, que se hace como el colacao (en agua), que tiene un aspecto verde repulsivo y que sabe a comida para peces. Pero que es un superalimento con tropecientos mil antioxidantes, por lo visto. Dicen que se pueden hacer hasta pasteles con él, pero, entre lo caro que es y lo mal que sabe, mejor me lo tomo al estilo tradicional, así sin pensar mucho, glup, glup, y que los antioxidantes trabajen. Que vamos teniendo una edad.Edad que, por cierto, observo llegar en lo que pasan las temporadas de Sherlock. Esto viene a cuento de que hoy la BBC ha anunciado, a su modo y forma, que se van a rodar cuatro capítulos más de la serie. Bien. Pero, como os digo, el modo y forma de la BBC significa que anuncia hoy -con amagos previos durante toda la semana- algo que sucederá dentro de año y medio. Largo.
La BBC tiene una forma muy genial/puñetera/adorable/estresante de actuar, ya. Pero la prefiero mil veces a la tele pública de este país de pandereta donde a) Emiten un documental sobre España durante la I Guerra Mundial, BIEN, pero b) Lo emiten en la medianoche de un día laborable. De julio, pero laborable. MAL. ¿Qué pasa? ¿Que si lo echan en 'prime-time' alguien normalmente no interesado en tal cosa podría verlo por equivocación y culturizarse, sí, por equivocación? Oooh, eso no lo queremos. No queremos gente que sepa y piense. Ponlo a las 12 de la noche, mejor, que ahí sólo lo verán los cuatro frikis a los que les interesan estas cosas tan aburridas. Y si no pueden porque tienen que madrugar el viernes (servidora), ya lo buscarán en internet.
En fin, vuelvo a mis quehaceres. Que ya me he desahogado, ale.
(Cuando acabe 'El jilguero', preparaos para entrada intensa...)