Hay veces que te quedas sin palabras. Eso me ha pasado después de ver este video con texto de Gina Clowes, traducido y adaptado por Immunitas Vera.
Esta es la transcripción del texto del video:
COSAS QUE QUERRÍA DECIRTE UN NIÑO ALÉRGICO A ALIMENTOS
Sobre un texto traducido y adaptado de Gina Clowes http://www.immunitasvera.org/
No me excluyas, me gustaría actuar y comer como todos los demás, comprar el almuerzo y sentarme donde yo quisiera. Sé que no puedo siempre, pero soy tan feliz cuando alguien se preocupa por mí y me proporciona un alimento seguro para mí... snacks, galletas, pasteles... Me gusta cuando puedo comer algo similar a aquello que los otros comen, pero me gusta aún más cuando puedo comer lo mismo que todos los demás. Por favor, cuando sea posible ¡piensa en incluirme a mí!
Me siento como si fuera único. Me gustaría saber que no estoy solo, quisiera conocer a otros niños a los que les pase lo mismo que a mí. Me gustaría encontrar a otro compañero en la escuela con alergia a alimentos y también en la hora del almuerzo.
Los adultos que me ofrecen alimentos me confunden. Mis padres me han enseñado a aceptar solamente los alimentos que ellos me ofrecen y también a ser educado y contestar con cortesía, pero cuando un adulto me ofrece un alimento no estoy seguro sobre cómo debo actuar en ese momento.
A veces me pica mucho la mejilla cuando me besas después de haber comido alguna cosa a la que soy alérgico. Me avergüenza decirlo y por eso siempre espero que los adultos recuerden que si han comido alguna cosa deben lavarse la cara y las manos para que yo no tenga una urticaria. Me avergüenza decirlo...
Tengo miedo de morir por mi alergia a alimentos. Escucho a mis padres y maestros que hablan de “la amenaza” de la alergia a alimentos y recuerdo las reacciones que he sufrido, me encontré muy mal y asustado. Mis padres también tenían miedo y yo quisiera pensar que todo irá bien la próxima vez.
Me avergüenzo cuando la gente me hace muchas preguntas sobre aquello que estoy comiendo. Yo sé que mi propia comida es necesaria para mi propia seguridad, pero es más fácil si no me señalan. Es un rollo cuando los adultos me hacen un montón de preguntas... Me avergüenza…
Escucho a los adultos hablar sobre mi alergia a alimentos. Les oigo hablar, dicen mi nombre, lo que puede pasar, su preocupación, su sentimiento de lástima y eso me da miedo. Me gustaría escuchar también otras cosas, porque la alergia es sólo una parte de mí y seguramente tengo otras cosas buenas... La alergia sólo es una parte de mí…
A veces, tener alergia a alimentos me entristece. Es difícil tener que comer mis productos seguros y ser el único en clase que no tiene pastel cuando veo a mi alrededor los cumpleaños de los compañeros. Ya sé que no es la cosa más grave del mundo, pero hay días que se hace difícil...
Veo a mis padres y a los adultos. Creen que soy muy pequeño, pero les observo: regresan a casa cuando se olvidan el Adreject©. También veo que leen con atención los ingredientes de todos los productos. Ellos son mi modelo y referente y gracias a ellos aprendo a llevar mi alergia con seguridad.
Mis padres pueden superar todos los obstáculos y yo también lo haré, esta actitud me gusta y me ayuda a enfrentarme a los retos que me plantea mi alergia a alimentos cada día. He aprendido que la alergia a alimentos no debe limitarme. Yo haré lo que he visto que ellos hacen.
Immunitas Vera, Asociación de Alérgicos a Alimentos y Látex de Cataluña http://www.immunitasvera.org/
Gracias, hazlo llegar a las personas que me escucharán.
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