Revista Cultura y Ocio

Cosibilidad

Por Jcbarona


¿Mueren los objetos?

Apostaría a que mi coche ha muerto, reventado, gastado y viejo…Algunos objetos adquieren personalidad, quizá la tengan de siempre pero se llame cosibilidad —nos damos tanta importancia las personas. Ya me hizo muchísima gracia en la facultad de derecho, puede que incluso un poco antes, eso de saber que había empresas, entes o instituciones con personalidad jurídica; lo supe cuando se matizaba eso que a mí me parecía superfluo, por obvio, de “mengano de tal, persona física…” y qué iba a ser si no, pues persona jurídica. En fin—Cosibilidad
Mi coche la tenía o la adquirió. Es un objeto que me ha llevado a todas partes, puede que incluso sea él el que me haya llevado a mí y no al revés, que así de perdido me habré sentido yo tantas veces. “¿Qué hago aquí”, quizá al lado de una furgoneta monísima, sin ser capaz de darme cuenta ni de escuchar sus conversaciones, ¿que de qué hablarán los coches cuando no es con el claxon?Hasta culpable me sentí todas las veces que dije, sin estar presente él siquiera, “quiero cambiar de coche, estoy harto de ese carcamal”. Era ya como de la familia. 15 años hubiese hecho el pobre en diciembre. Me recuerda a esos caballos que se desfondan echando espuma por la boca cuando el vaquero tiene que llegar con la medicina mucho mas allá de las montañas para salvar a su novia o su mamá, y el caballo revienta cien millas, en los westerns son millas lo que se cabalga, cien millás más allá de lo que era animalmente posible cabalgar.Le estoy tan agradecido a mi bmw como indignado estoy con este mundo en el que vivimos. Que una familia de clase media en la que trabajan como burros los dos miembros adultos, padres de tres adolescentes llenos de actividades en mil sitios distintos, tenga que encariñarse así de un vehículo, estando como está el sector del automóvil deseando de vender algún coche.No me podía permitir, ni puedo, comprarme otro nuevo, ni semi-nuevo, ni de segunda mano, ¿por qué cuando un coche pasa por cinco propietarios le seguirán llamando de segunda mano?, así no hay quien se oriente; así que tendrá que ser otro caballo a punto de reventar. Fui a mi banco de siempre a pedir un crédito y salí con ganas de vomitar; ellos compran el dinero al uno por cien y me lo quieren vender al quince. Si no reúno las condiciones que aseguren que yo, o mis padres, o mi casa… les devuelven el crédito, me lo negarán y seguirán invirtiendo en deuda pública sin trabajar ni correr ningún riesgo. No les hacemos ninguna falta, entre ellos se lo guisan y se lo comen. ¿En serio no hay nadie que se de cuenta y lo denuncie?
Han empezado a morir los coches, salgamos de aquí mientras podamos, aunque tenga que ser a pie, amigos.

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