Buenas tardes, amigos fieles. ¡Qué difícil es tener amigos! ¿y fieles? Diréis que la amistad implica fidelidad… y os tengo que decir que sí, que eso es cierto, que la buena amistad implica fidelidad. No me refiero a esa ahora: me refiero a la de esos “amigos” que se encuentran a mitad de camino entre “los conocidos” y los amigos con mayúsculas; vamos, a los que nos referimos cuando hablamos en general de “nuestros/mis amigos”. Pues eso, aunque hablemos de los “amigos a medias”, qué difícil es tenerlos. Y ¿a qué creéis que es debido? Se me ocurre que, entre otras cosas, en este mundo tan exigente, en el que nos cuesta tanto llegar al final de nuestra jornada de trabajo cada día (imagino que para el que no tenga la suerte de tenerlo…más duro todavía el llegar al final del día…A ellos, desde aquí, les envío un abrazo con el deseo de que no desesperen y sigan perseverando en la búsqueda. Al final tendrá recompensa su esfuerzo. De verdad que será así.), el dedicar nuestros ratos libres a nuestros amigos muchas veces requiere un esfuerzo que, a veces nos cuesta un sacrificio que no estamos dispuestos a hacer: preferimos estar materialmente tirados en nuestro sillón preferido, leyendo, viendo la tele o, simplemente, dejando pasar el tiempo sin pensar en nada importante…La amistad hay que cuidarla y mimarla porque es un bien muy preciado y…escaso.No veáis esta reflexión como una exteriorización de mi desazón, que no la tengo, sobre este asunto; no, aunque sí reconozco que me gustaría tener algún amigo de esos que en su esencia llevan a gala la fidelidad, sobre todo en situaciones difíciles: es en ellas en las que esta “especie” en peligro de extinción se manifiesta. ¿De los otros? ¿De los que están a “medio camino”? Pues alguno que otro disfruto…aunque no demasiados.Y sí, os tengo que confesar, aprovechando que nadie nos oye…ni nos lee…, que podría hacer más esfuerzos para “cultivar” mis amistades…quizás por ello, por lo que no cultivo, por los esfuerzos que no hago, estoy tan a gusto aquí, con vosotros, dedicándoos mi tiempo libre…y encantado de que vosotros también lo hagáis. ¿Es ésta una amistad que cultivamos ambos, vosotros y yo? Pues no lo sé si a través de este medio, en un espacio como nuestro blog, se puede llegar a cultivar una amistad…no lo sé, pero yo así os considero porque dedicáis vuestro tiempo para acudir a la llamada de nuestro rincón, cuando os aparece en vuestro móvil o PC un mensaje de que algo os quiero contar. Gracias, AMIGOS, por estar al otro lado de mi pantalla: a través de mis letras siento vuestro calor y fidelidad.Y como no podría ser de otra manera, hoy os traigo una historia, que ya conocéis los antiguos del blog, de amistades y de fidelidades. Me refiero a nuestro “Cosme y la trucha”. Relato que ya estuvo en las entradas de: 17 de julio de 2012, 30 de junio de 2013, 1 de noviembre de 2013 y 24 de agosto de 2014. Sí, hace casi un año que no lo vemos por estos lares. Historia que está magníficamente interpretada por mi compañera Tania Rico Fernández (reservados los derechos de autor. http://www.tristania.es/ http://artenuntris.blogspot.com.es/). Tania está también ilustrando otra historia que espero traerla por primera vez al blog en breve. Os va a encantar, sobre todo a aquellos amantes de la música; concretamente de la enseñanza musical…pero ya hablaremos de él en su momento: ahora sólo os adelanto su nombre: “La nota que faltaba”. Pues, Tania, gracias doblemente por tu entrega en dar vida a nuestros cuentos. Recibe, con mi agradecimiento, desde esta página, un fuerte abrazo.Bueno, pues ya os dejo con Cosme y sus preocupaciones. Espero que lo disfrutéis.Mis mejores deseos y recuerdos para todos vosotros en esta tarde primaveral.José Ramón.
Cosme estaba inquieto. Movía su cuerda para ver si por fin picaba su amiga y podía evitar que aquél la pescase y se la llevase para siempre. El hombre lanzó su aparejo y, no habían pasado ni cinco minutos, cuando ya habían picado. ...................................................................................................................