
► Título: Cosmética del enemigo
► Título original: Cosmétique de l’ennemi
► Autora: Amélie Nothomb
► Serie: Libro independiente
► Publicación: 2003
► Editorial: Anagrama
► Páginas: 96
► Precio: 11 €
Tras una ausencia demasiado prolongada, ya era hora de darle algo de vida al blog con una nueva reseña. Seré algo breve, pues Cosmética del enemigo (‘Cosmétique de l’ennemi’ para mí, que lo disfruté en francés) es una novela que no llega al centenar de páginas y no se puede decir demasiado de ella.
En esta ocasión, Amélie Nothomb nos regala una historia breve pero intensa que se desarrolla básicamente a partir de un diálogo (conducido con maestría, debo decir) que nos extrañará y sorprenderá a partes iguales.

Todo empieza con una indeseada conversación en el aeropuerto: Jèrôme Angust, libro en mano, espera su avión cuando un desconocido se le acerca y da rienda suelta a una conversación que parece no tener fin. Pero, por muy pesada que le parezca la idea de escucharle, se ve obligado a hacerlo, y la conversación (y con ella, la historia) va degenerando cada vez más, rozando una moralidad enfermiza y un surrealismo sin precedentes.
Es ese surrealismo el que me mantuvo pegada a esta pequeña novela desde el principio, con la ayuda de varios giros argumentales que lograron sorprenderme y un diálogo que la autora supo conducir a la perfección añadiéndole esos toques de humor negro y sarcasmo por los que es tan conocida. Nothomb parte de una situación de lo más normal que, con el paso de las páginas, se convierte en la más inverosímil de las situaciones que se puedan imaginar y llega a un final de impacto. No esperéis algo lógico, porque os decepcionará; sus últimas páginas son desconcertantes, oscuras e irreales, así que mantened la mente abierta si no queréis que vuestras expectativas queden destrozadas.
Como era de esperar, el estilo de la autora volvió a dejarme encantada (adoro la ironía y el extraño humor de esta mujer) y devoré el libro en unas pocas horas (si lo hubiese leído en español no me hubiese durado ni una, os lo aseguro, se lee de un tirón) gracias a esa ligera narración dialogada.
Pese al tono frío, cortante y oscuro con el que está escrito, pueden observarse esas pinceladas filosóficas que hablan de la moral y me han hecho reflexionar más de una vez, además de entretenerme (como curiosidad, sabed que a ratos me ha recordado a algunos relatos de Poe). Quizá sea una buena opción para adentrarse en las letras de Nothomb por primera vez… os animo a darle una oportunidad.
