Cosmética oncológica con María D’uol

Hace unos años mi familia y yo nos enfrentamos a el momento más duro de nuestras vidas, uno de los nuestros tenía cáncer.

No tengo palabras para describir el momento en el que te dan la noticia, sientes una mezcla horrible de incredulidad, miedo, enfado, angustia… un cóctel explosivo al que no sabes cómo enfrentarte.

Fueron unos años muy duros que trajeron muchas horas de hospital, muchos sustos, disgustos tremendos viendo como otros compañeros de habitación se quedaban en el camino, y miedo, ese miedo que te acompaña en todo el camino.

Afortunadamente lo superó, y hoy, seis años después no queda rastro de la enfermedad físicamente, de la memoria no se irá nunca.

El caso es que después de tantos años y tantas horas metidas en el hospital, he visto muchas cosas y muchas de las secuelas, que tanto la enfermedad como los tratamientos para curarla van dejando físicamente.

Y en la piel, en la piel los enfermos oncológicos van a sufrir muchas.

Se seca, el aspecto es el de una piel increíblemente seca, pica, tiene llagas y todos estos efectos dan lugar a ansiedad y a todavía más irritabilidad en el carácter del enfermo.
Hay que  nutrirlas y repararlas en profundidad.

María D’uol cuenta con una línea pensada para este tipo de problemas y que funciona muy bien.

Son cinco los productos que vais a encontrar en la línea, un bálsamo reparador, una crema nutritiva, un aceite de rosa mosqueta, otro de pepita de uva y un protector solar.

Nosotros ahora desgraciadamente tenemos a otra persona en la familia luchando contra la enfermedad, una mujer ganando la batalla a un cáncer de pecho a la que hemos regalado los productos de María D’uol y que está encantada con ellos.

Ha usado dos de ellos, son estos:

Bálsamo reparador
Como os decía antes, la piel con el tratamiento (quimioterapia) está seca, propensa a irritarse, sufre de picores y puede presentar llagas o manchas.

Nuestra luchadora-testadora nos ha hablado maravillas de este producto, nutre muchísimo la piel, se la deja cómoda y con mucha sensación de frescor y las irritaciones desaparecen.

Lleva un perfume sin alérgenos para evitar reacciones en la piel que hace que la aplicación del bálsamo además de calmar la piel, se convierta en un lujo para los sentidos.

Del bálsamo habla muy bien pero del siguiente producto… del siguiente producto habla maravillas.

Aceite de pepita de uva 100% natural
Este producto a nuestra testadora la tiene enamorada, la sensación de sequedad (tremenda) que presenta la piel desaparece nada más aplicar el aceite, dejando la piel intensamente nutrida.

Las manchas, llagas, irritaciones y sequedad desaparecen.

El tacto áspero de la piel da paso a uno suave, de piel hidratada, sana y profundamente reparada.

Vamos, esta enamoradita de este aceite.

Si (por desgracia) alguno de vuestros seres queridos está luchando contra esta enfermedad habladle de la cosmética oncológica de Maria D´uol.
Le ayudaran a tener una piel más calmada y que este problema no sume negativos en su estado de ánimo.

Habladles de la crema y hacedles reír, la risa es una terapia buenísima y mucho amor, mucha paciencia, mucho ánimo y mucha, mucha fuerza.

¡Con todo eso es mucho más fácil ganar la batalla!